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Inédita, errónea y políticamente prepotente decisión del jefe de la Casa del Rey
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Inédita, errónea y políticamente prepotente decisión del jefe de la Casa del Rey

El Jefe de la Casa de S.M. el Rey, Don Rafael Spottorno, adoptó el lunes la inédita –y errónea–decisión de dirigirse a la Comisión de Arbitraje,

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El jefe de la Casa de S.M. el Rey, Don Rafael Spottorno, adoptó el lunes la inédita –y errónea– decisión de dirigirse a la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de la Prensa de Españaante una supuesta “escalada de falsedades y medias verdades” atribuibles a este diario que estaría provocando la “indefensión” al Jefe del Estado.El “amparo” que solicita el jefe de la Casa de S.M. el Reyestaría justificado por la noticia publicada enEl Confidencial,según la cualdon Juan Carlos habría mostrado suempeño por viajar a Panamápara asistir la XXIII Cumbre Iberoamericana. Este diario acogió las rectificaciones que le transmitió el responsable de medios de la Casa pero mantuvo simultáneamente la versión inicial de la noticia en la que hoy se reafirma.

La decisión de Don Rafael Spottorno no sólo es inédita –es decir, carece de precedente–sino que, además, es una decisióntécnicamente errónea y políticamente prepotenteque hace un flaco favor a la Corona.

Si el jefe de la Casa de S. M. el Rey pretendía realmente una rectificación debió acogerse a la Ley Orgánica 2/1984 de 26 de marzo reguladora del derecho de rectificación y atenerse a las pautas que la misma establece, sometiendo en última instancia la decisión a sentencia judicial. En vez de hacerlo, se dirige a un organismo de autorregulación de la profesión periodística creado en 2004 por la Federación de Asociaciones de la Prensa de España al que –debían saberlo en la Casa de S.M.– la sociedad editora deEl Confidencial–al igual que los principales medios de este país–no está adherida, que carece de jurisdicción pública y que se limita a emitir dictámenes. Su Reglamento deja claramente determinado que su función no consiste en dilucidar sobre la procedencia o no de rectificaciones. En el reglamento de dicha Comisión tampoco está previsto que la misma pueda ofrecer un “amparo” en los términos en que los pretende el jefe de la Casa de S.M. el Rey.

Si ya es preocupante el carácter inédito de la decisión de don Rafael Spottorno, lo es más la endeblez técnico-jurídica de su pretensiónal obviar la Ley Orgánica reguladora del derecho de rectificacióny acudir –sin atenerse a su propio reglamento–a una Comisión a la que este diario no está sometido–ni se someterá– y sobre cuyo funcionamiento y dictámenes el responsable de la Casa de S.M. el Rey parece desconocerlo todo.

Como no parece creíble que don Rafael Spottorno, un prestigioso y prestigiado diplomático, incurra en tales errores sin ser consciente de ello, nos permitimos suponer que, en realidad, lo que pretende el jefe de la Casa de S.M. el Rey no es otra cosa que una sobreactuación políticamente prepotente que sirva deaviso a navegantes–medios de comunicación críticos con su gestión–para que se abstengan de continuar en una labor informativa que hasta hace pocoha estado vedada: la relativa a la Corona, a su titular, a la Familia Real y, en este caso, a sus propias decisiones como jefe de la Casa.

Desbordado tanto él como el responsable de relación con los medios de comunicación por la crisis por la que atraviesa la Institución, con una mermada capacidad de interlocución con la prensay, sobre todo, con una evidente escasez de credibilidad ante los profesionales de la información, don Rafael Spottorno ha vuelto a equivocarse, invocando con temeridad una inverosímil “indefensión” del Jefe del Estado. Una credibilidad queempezó a menoscabarse cuando el 28 de marzo de 2012 desmentía en otro insólito comunicado que Telefónica tuviera 'luz verde' para prescindir de Don Iñaki Urdangarín, como ese mismo día publicaba este diario. En agosto, Telefónica lo hacía oficial.

El jefe de la Casa ha tenido muchas y gravísimas ocasiones para salir al paso de informaciones de medios nacionales einternacionales extraordinariamente lesivaspara S.M. el Rey y otros miembros de su familia. No lo ha hecho en absoluto. Sí, en cambio, en el caso que nos ocupa hasta el punto deutilizar la televisión pública para dar publicidad a su campaña.Y, por ello, siaEl Confidencialle honra que don Rafael Spottornole considere diario de referencia, su reacción –incompetente y prepotente–no le postula como la persona más adecuadapara gestionar los difíciles momentos por los que atraviesa la Jefatura del Estado.

El jefe de la Casa de S.M. el Rey, Don Rafael Spottorno, adoptó el lunes la inédita –y errónea– decisión de dirigirse a la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de la Prensa de Españaante una supuesta “escalada de falsedades y medias verdades” atribuibles a este diario que estaría provocando la “indefensión” al Jefe del Estado.El “amparo” que solicita el jefe de la Casa de S.M. el Reyestaría justificado por la noticia publicada enEl Confidencial,según la cualdon Juan Carlos habría mostrado suempeño por viajar a Panamápara asistir la XXIII Cumbre Iberoamericana. Este diario acogió las rectificaciones que le transmitió el responsable de medios de la Casa pero mantuvo simultáneamente la versión inicial de la noticia en la que hoy se reafirma.

Rafael Spottorno El Confidencial
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