La princesa Magdalena de Suecia: “Me quedé embarazada de forma repentina”

La princesa Magdalena de Suecia protagoniza la portada de la revista ELLE en su edición sueca de este mes de noviembre. Sus apariciones en las publicaciones de moda se han convertido en algo muy habitual en los últimos años, sobre todo después de ser considerada como la princesa más bella de entre todas las europeas.

Después del anuncio de su embarazo el pasado 3 de septiembre, Magdalena habla abiertamente de su boda con Chris O’Neill en junio, su ruptura con Jonas Bergström, quien fuera su primer prometido, y de su estado de buena esperanza.

Como otras muchas embarazadas Magdalena ya tiene antojos. En su caso, se da atracones de queso

“Todo esto es muy emocionante. Estamos muy felices y contentos aunque sucedió un poco rápido y de una manera muy repentina. Pero es mejor así que planificar todo a largo plazo y que luego tal vez no suceda nada”. A pesar de encontrarse ya en su cuarto mes de gestación, Maddie, como la llaman cariñosamente en casa, no interrumpirá sus compromisos oficiales durante un largo periodo después de dar a luz a principios de marzo de 2014.

Como muchas mujeres embarazadas, Magdalena intenta informarse sobre su estado leyendo libros como Lo que hay que esperar cuando estás esperando y tiene los típicos antojos. En su caso con el queso, con el que se ha dado algún que otro “atracón”.

Con su residencia fijada en Nueva York por motivos laborales y porque es la ciudad en la que tienen lugar la mayor parte de sus actos oficiales, sobre todo los relacionados con la fundación Childhoold, creada por su madre, la reina Silva, en 1999, con el objetivo de defender los derechos del niño.

Durante la entrevista, Magdalena se deshace en halagaos hacia su marido, al que considera un “auténtico caballero que hace que todos los que están a su alrededor se sientan a gusto”. “Es una seguridad estar casada. Ahora somos dos, Chris y yo contra el mundo (…) y eso es lo que es el amor, sentir que no se puede vivir sin el otro”.

Un final feliz para su tormentoso pasado sentimental

Su boda el pasado mes de junio supuso un final de cuento de hadas para el tortuoso camino de la princesa hacia la estabilidad sentimental después de sufrir los vaivenes de su relación con Jonas Bergström, con el que estuvo ocho años que terminaron cuando ella se enteró de sus infidelidades.

* La pareja durante la ceremonia el pasado 8 de junio

Como en muchos cuentos de princesas, siempre hay que besar una rana antes de encontrar al príncipe y eso es lo que precisamente le ocurrió a Magdalena de Suecia. Christopher O’Neill, nacido en Londres en 1974, llegó por casualidad a la vida de la princesa después de que ésta huyera de su país en la primavera de 2010. Sumida en una depresión, Magdalena pidió a sus padres, los reyes Carlos Gustavo y Silvia, que le apartaran de la agenda real después de poner punto y final a su relación con Bergström tras varias infidelidades, algunas de ellas publicadas en los medios de comunicación suecos.

Volcada en la fundación familiar para curar una profunda herida en su orgullo, conoció en una de las muchas fiestas de la élite neoyorkina a quien ahora es su marido. En otoño de 2010, y descubiertos por un turista español, la pareja comenzó a dejarse ver. En abril de 2011, la reina Silva de Suecia viajaría hasta la Gran Manzana para supervisar no sólo las labores de su fundación benéfica, sino para comprobar quién era ese joven que había vuelto a hacer sonreír a su hija pequeña. De ese momento, el financiero fue considerado como un miembro más de la familia