La Princesa usa inhibidores de frecuencia para evitar que la graben de fiesta por Oviedo

La princesa Letizia no desea que sus salidas en solitario sigan copando titulares en la prensa y, menos aún, que estas escapadas en compañía de sus amigos y sin su marido den paso a rumores de diversa índole. Para ello, ha confiado en las nuevas tecnologías para evitar que sus reuniones privadas sean captadas por las cámaras de vídeo de algunos locales, como así ha declarado en conversación con Vanitatis el responsable del bar de copas ovetense Enboga, que el pasado viernes se llevó una gran sorpresa cuando fue a comprobar las grabaciones correspondientes a la visita de la Princesa a su establecimiento.

La esposa del príncipe Felipe se rodeó de un nutrido grupo de amigos con los que compartió mesa y mantel en la sidrería Serafín. Aprovechando su estancia en Oviedo con motivo de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, doña Letizia se citó con una docena de amigos entre los que se encontraban antiguos compañeros de pupitre de La Gesta, donde la Princesa cursó hasta octavo de EGB. “Un grupo muy heterogéneo de entre 30 y 40 años que vestían de manera informal, casi de vaqueros”, como aprecia uno de los responsables de este bar de copas. Saciaron su apetito con algunas de las propuestas gastronómicas de este local como una ensalada de ahumados, cazuelas de pulpo, gambas y almejas, callos, bacalao y rabo de toro, como así publica La nueva España en su web.

Poco después, los trece amigos y los dos escoltas privados de la consorte se desplazaron a pie hasta Enboga, situado a escasos 100 metros, para brindar por su rencuentro. “Se sentaron en una de las zonas más discretas del local, donde casi nunca hay nadie porque está alejado de los lavabos y lejos de la terraza para aquellos que quieren fumar. Por eso los clientes no vieron a la Princesa y no se generó mucho revuelo”, comenta para Vanitatis el responsable de este establecimiento, que poco después se percató de que no sólo los allí presentes habían pasado por alto tan ilustre visita, sino que el circuito de cámaras de su establecimiento tampoco fue testigo de ello.

Tras consumir numerosos cócteles y refrescos, la comitiva decidió abandonar el local. Los coches oficiales aguardaban en la puerta la salida de la princesa Letizia y fue en este momento cuando el resto de clientes se percató de que su futura reina se encontraba entre ellos. Fue en ese instante cuando los empleados quisieron ver cómo había sido la llegada de la Princesa y sus acompañantes pero, casualmente, las cámaras dejaron de emitir cuando ella llegó y volvieron a la normalidad justo cuando se abandonó el lugar. “Video Failed” era lo único que se podía leer en la pantalla de los monitores en sustitución de la esperada imagen de doña Letizia.