Rania de Jordania, una reina omnipresente en las redes sociales

Rania de Jordania quiere hacer notar que utiliza de forma adecuadalas redes sociales. Así lo ha demostrado estos días, cuando ha subido a su recién inaugurada cuenta de Instagram unas fotografías en las que da buena cuenta de su solidaridad con aquellos que están sufriendo el temporal de nieve que afecta a Ammán, la capital de Jordania. Los bucólicos paisajes blancos están suponiendo un verdadero problema para todos aquellos que tienen que atravesar el país por carretera. Justamente por eso, tanto Rania como sus hijas y el Rey Abdalá II han querido ver de cerca, a lo largo de estos días, el trabajode docenas de hombres y de las máquinas quitanieves.

Rania no sólo se dedicó a posar abrigada junto a sus hijas o a su marido, sino que también se pusieron a ayudar en todo lo que podían, literalmente. Para ejemplificar ese carácter activo,el Rey incluso se llegó a bajar de su coche para prestar ayuda a unos hombres que trataban de sacar un enorme vehículo de la nieve. Entre ayudas y visitas a los hospitales, la reina también tuvo tiempo de retratarse en la nieve y de ofrecer a sus seguidores en la red la imagen de los paisajes nevados.

Desde que inaugurase su cuenta en Instagram, el pasado 10 de diciembre, Rania ha hecho un uso de ella que no se reduce únicamente a lo institucional sino que va mucho más allá y ofrece imágenes familiares y de su vida privada,como las que ha compartido este fin de semana junto a sus hijas. También ha subido a la conocida red social instantáneas del funeral de Nelson Mandela.

Rania es una soprendente asiduade las redes sociales, ya que mantiene activas varias cuentas en redes como Facebook, Twitter y YouTube. Su actividad en las mismas está bien vista por todos aquellos que la siguen allá donde va, que alaban su estilo y que la ponen de ejemplo comola muestra perfecta de que la monarquía puede estar ligada a las nuevas tecnologías. Muchos se preguntan cuántas princesas podrían permitirse el lujo de tener cuentas en redes sociales sin que surjan las críticas. El caso de Rania, una de las princesas más populares y queridas, parece ser excepcional.