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2013, de la 'desimputación' de la infanta Cristina al protagonismo de los Príncipes
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EL REY SE HA SOMETIDO A TRES OPERACIONES

2013, de la 'desimputación' de la infanta Cristina al protagonismo de los Príncipes

Con una popularidad bajo mínimos, este año ha sido uno de los peores para la monarquía. Los problemas judiciales de Cristina y la salud del Rey, los protagonistas

Foto: Los Reyes y los Príncipes de Asturias en febrero de este año. (I.C.)
Los Reyes y los Príncipes de Asturias en febrero de este año. (I.C.)

2007 fue el año en el que se habló por primera vez del ‘Annus Horribilis’ de la Casa Real. La separación de los duques de Lugo, las fotografías de Letizia y la Reina en bikini conversando sobre la cubierta de un yate en Mallorca y las cuentas del Rey sacadas a la luz por la prensa extranjera fueron motivos más que suficientes para hablar del peor año de la monarquía. Ni tan siquiera el "¿Por qué no te calles?" del Rey a Hugo Chávez consiguió aplacar las críticas a pesar del auge popular de Don Juan Carlos.

Ahora, seis años después, esa popularidad está bajo mínimos, algo que evidencian no sólo las encuestas del CIS, sino los datos de audiencia del tradicional discurso de Navidad del Rey, que ha sufrido este año su ‘caída’ más grande, con 350.000 espectadores menos respecto al pasado.

Al decir adiós a 2012 se habló de que dejaría atrás el año más negro de la Casa Real. Botswana, que trajo consigo su primera disculpa pública, sus caídas y el caso Urdangarin fueron problemas más que suficientes para creer que ya nada podía ir a peor, pero no ha sido del todo así.

En 2013, el mayor quebradero de cabeza de Don Juan Carlos ha sido su salud. Hasta tres veces ha tenido que pasar por quirófano para ser intervenido de dos hernias discales y de la cadera tras una infección de la prótesis; intervenciones que han mermado su actividad. Por primera vez en sus 38 años de reinado no ha acudido a la Cumbre Iberoamericana ni al Día de la Fiesta Nacional, donde cedió el protagonismo a los Príncipes de Asturias. A punto de cumplir 76 años, su escasa movilidad y su lenta recuperación han abierto el debate sobre la abdicación y sobre la necesidad de regular el papel del Príncipe como sustituto de Don Juan Carlos.

placeholder Los Príncipes el Día de la Fiesta Nacional

Sin embargo, lo que todavía hace sangrar a la Casa Real es el caso Nóos. En abril de este año aquella frase de “La Justicia es igual para todos” pronunciada por el Rey en su anterior discurso de Navidad cobró todo el protagonismo cuando la infanta Cristina fue imputada por “cooperación necesaria” en los delitos por lo que también se imputó a Iñaki Urdangarin. Sólo un mes después, doña Cristina fue 'desimputada', término que aún chirría, después de que la Casa del Rey protestara por la decisión del juez Castro.

Don Juan Carlos también ha visto durante estos 365 días cómo la monarquía ha ido desgastándose lejos de sus problemas de salud. A los comprometedores correos de Iñaki Urdangarin hay que sumar la irrupción de Corinna. La “entrañable” amiga del Rey no dudó en utilizar los medios de comunicación españoles para hablar sobre su amistad con Don Juan Carlos y de la pesadilla en la que se convirtió su vida desde que saliera a la luz su identidad -“Toda esta tragedia ha sido innecesaria”, dijo a la revista ¡Hola!-.

Para facilitar las cosas, la infanta Cristina, su marido y sus cuatro hijos pusieron tierra de por medio el pasado mes de agosto con las críticas y con la investigación judicial que aún pesa sobre el todavía duque de Palma. Desde Ginebra, Urdangarin continúa viviendo un exilio dorado después de que el matrimonio pusiera a la venta en una inmobiliaria rusa su casa de Pedralbes por 9,8 millones de euros. Sin un lugar en el que fijar su residencia en España, Urdangarin vive junto a su mujer como una unidad familiar en la casa que tienen alquilada en Ginebra y por la que desembolsan alrededor de 6.000 euros mensuales.

placeholder Los duques de Palma y sus hijos en Ginebra el pasado mes de septiembre. (I.C.)

Quien también ha copado protagonismo en 2013 es la princesa Letizia. Su cambio de actitud tras su espantada de Palma de Mallorca este verano ha marcado un antes y un después en la percepción que se tiene de ella. Su sonrisa perenne y el adiós a esa actitud hierática de la que hacía gala han mejorado una imagen vapuleada hasta la saciedad.

No todo han sido malas noticias para la Corona este año. El mayor protagonismo del Príncipe Felipe y la Reina han ayudado a la monarquía a dar un golpe de efecto después momentos complicados. La infanta Elena, siempre en su sitio y en un segundo plano, volvió con fuerza tras el verano después de ser ‘readmitida’ en la Casa Real tras la estrategia de blindaje de la institución que la excluyó de los actos oficiales alejándola del núcleo duro de la Primera Familia: los Reyes y los Príncipes de Asturias.

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El discurso del Rey atisbó un problema más. Las quimeras de Artur Mas de hacer de Cataluña un estado independiente. Su discurso, que fue un aviso a navegantes, fue claro en este sentido: “Hay que respetar la ley”. Lejos de pronosticar un 2014 donde la popularidad seguirá cayendo, don Juan Carlos deberá apuntar el próximo 9 de noviembre, fecha en la que tendrá lugar la consulta secesionista, en su agenda. Todo sea para evitar otro ‘Annus Horribilis’.

2007 fue el año en el que se habló por primera vez del ‘Annus Horribilis’ de la Casa Real. La separación de los duques de Lugo, las fotografías de Letizia y la Reina en bikini conversando sobre la cubierta de un yate en Mallorca y las cuentas del Rey sacadas a la luz por la prensa extranjera fueron motivos más que suficientes para hablar del peor año de la monarquía. Ni tan siquiera el "¿Por qué no te calles?" del Rey a Hugo Chávez consiguió aplacar las críticas a pesar del auge popular de Don Juan Carlos.

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