Carlota Casiraghi reaparece en el elegante Baile de la Rosa

Un modelo de elegancia. Es lo que sigue siendo Carlota Casiraghi que, una vez recuperada su espléndida figura tras dar a luz, ha brillado como nunca en el Baile de la Rosa de Mónaco. Esta era la edición número 60 del Baile de la Rosa y, este año, todo giró alrededor del pintor ruso Kazimir Malevich. Los beneficios, como siempre, van a parar a la fundación que en su día presidía Grace Kelly y que ahora preside su hija Carolina. Carlota fue una de las asistentes junto a su hermano Pierre Casiraghi y su novia Beatrice Borromeo, Alberto de Mónaco y la princesa Charlene, y el diseñador Karl Lagerfeld.

La que más llamó la atención por su belleza y su buen vestir fue, una vez más, Carlota, que acudió sin Gad Elmaleth, que estaba en Francia representando un espectáculo, y había dejado a su pequeño Raphael en casa. Esta era su gran reaparición pública después de dar a luz. Vestida con un vestido gris plateado con escote de palabra de honor y un recogido en el pelo, Carlota mostró su elegancia y su buena forma física tras ser madre. Los periodistas e invitados presentes repararon en que el recogido que llevaba era bastante similar al de su madre, Carolina de Mónaco. Ella llevaba un total look de Chanel y no se separaba ni de su ramo de flores ni del diseñador Karl Lagerfeld. Losd grandes ausentes, sin duda, fueron Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo.

Cada año, el Baile de la Rosa se convierte en la gran cita de Mónaco, al congregar a personajes de la alta sociedad y por su celebración de diferentes temáticas. Aún se recuerda aquella edición en la que la Movida Madrileña estuvo presente gracias a Pedro Almodóvar y a algunas de sus musas, que acudieron como invitados. Este año se ha apostado por Rusia y el resultado ha sido igualmente satisfactorio, sobre todo para los admiradores de Carlota (que tiene docenas de cuentas en Instagram dedicadas a ella), que pudieron verla feliz, elegante y muy recuperada de su embarazo.