Los príncipes de Dinamarca, de cena de gala junto a Haakon de Noruega

Los actos de celebración del bicentenario de la Constitución noruega no tienen fin. Este viernes en Copenhague se celebraba una gala a la que acudieron miembros de las casas reales noruega y danesa. El evento tuvo lugar en el Copenhague Opera House, uno de los teatros nacionales más modernos de Europa. A él llegaron, con paraguas incluido para protegerse del viento, la reina Margarita de Dinamarca, la princesa Mary o Haakon de Noruega. El de Margarita, de color rojo, hacía juego con su vestido, que acompañó de un impresionante chal de color blanco. Por su parte, la princesa Mary acudió con un vestido estampado de color fucsia y estuvo acompañada, en todo momento, por su marido, Federico de Dinamarca y por Haakon de Noruega que, en esta ocasión, acudió sin la princesa Mette Marit. Esta ha sido una de las primeras apariciones de Federico y Mary de Dinamarca tras un aniversario muy especial para ambos.

Estos días, los príncipes daneses han sido noticia por el décimo aniversario de su boda, que tuvo lugar el 14 de mayo de 2004. La relación comenzó en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y duró cuatro años hasta que contrajeron matrimonio. Para festejar el día del décimo aniversario, la Casa Real danesa ofreció a sus súbditos una serie de imágenes de los futuros reyes y también de sus cuatro hijos: Cristian, Isabel, Vicente y Josefina. Se comentó que las fotografías no formaban parte de una sesión única sino de varias, ya que la barba de Federico variaba de una a otra fotografía.

En esta ocasión, Federico prefirió afeitarse para acudir a la cena, en la que también estuvieron altos cargos noruegos y daneses. La princesa Benedicta, hermana de la reina Margatira, la reina Sonja o la princesa Marie o la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, también acudieron a un evento que viene a coronar un mes de festejos de todo tipo que han celebrado los doscientos años de una constitución que parece más sólida que nunca. Otra celebración más para los príncipes de Dinamarca que, pese a no llevar casados dos siglos, parecen más unidos que nunca después de una década de matrimonio.