La infanta Elena inaugura una Feria del Libro sin polémicas

La Feria del Libro de Madrid es uno de los eventos más importantes del mes de junio en la capital madrileña. No sólo para los habitantes de la ciudad, sino también para la infanta Elena que, este año, ha sido la encargada de inaugurar el evento. Con una falda estampada de flores y una chaqueta de color gros, además de sus habituales recogidos, la infanta Elena se paseó por la mayoría de las casetas situadas en El Retiro madrileño y charló con los libreros que se enfrentaban, como cada año, a la interminable crisis del mundo editorial. Este ha sido el último acto en España de la infanta, que la semana próxima viajará a Ecuador como directora de Proyectos Sociales y Culturales de la Fundación Mapfre, para conocer los diversos programas solidarios del país.

Lo cierto es que, este año, la inauguración de la Feria no ha venido acompañada de otro tipo de polémicas para Casa Real. En otras ediciones, como la de 2013, el morbo estaba servido. El año pasado, entre stand y stand, fue la Reina la encargada de inaugurar la Feria. Nada que no ocurra cada año si no fuera porque entre los autores que firmaban ejemplares se encontraba David Rocasolano, el primo de la princesa Letizia y creador de un libro que cargaba contra ella. Pese a todo, Letizia no tuvo que enfrentarse con su familiar, como habría ocurrido en caso de que hubiese inaugurado la Feria ella misma.

El año anterior, en 2012, la controversia vino de la mano de la realeza y de la política. ya que Los príncipes de Asturias fueron los encargados de inaugurar la Feria y vivieron uno de los momentos más tensos de su periplo por actos oficiales. Acompañados de José Ignacio Wert, el ministro de Cultura, tuvieron que escuchar cómo un grupo de estudiantes pedían más recortes a la Corona.

Este año, la presencia de Wert, que también acompañaba a la infanta, no ha sido tan incómoda.Ella, siempre sonriente y accesible,se detuvo en algunos de los 36 stands de la Feria e incluso recibió un volumen de Mafalda, así como un ejemplar de El amor en tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez, en el stand de Lumen. Además, también tuvo tiempo para una petición cuando se acercó a los responsables de la librería Rafael Alberti para pedirles el volumen con cartas de Victoria Eugenia. Su paseo tuvo así rasgos de normalidad frente a las anteriores ediciones, en las que la misma feria y el mismo lugar se convirtió en un incómodo barómetro sobre la popularidad de la monarquía.