No habrá mudanza: Felipe y Letizia seguirán viviendo en “el pabellón del príncipe”

No habrá mudanza real. Don Juan Carlos y doña Sofía seguirán viviendo en el Palacio de La Zarzuela y los príncipes de Asturias continuarán en su residencia actual, el palacete denominado “el pabellón del príncipe” que se ubica en el recinto de La Zarzuela. No está previsto que se desplace a los reyes a ninguna otra residencia de las que dispone Patrimonio para la familia real, como había llegado a escucharse tras el anuncio de abdicación del rey.

La Constitución no establece nada a este respecto. De hecho, la residencia oficial de los reyes de España es en realidad el Palacio Real de Madrid, aunque don Juan Carlos y doña Sofía no quisieron vivir en él por considerar que ello conllevaría un gasto excesivo e innecesario. Así, los todavía reyes de España seguirán instalados en una de las dos alas construidas en La Zarzuela en los años 90 en las que se habilitaron los dormitorios y el resto de habitaciones privadas para utilizarse como residencia, aseguran a Vanitatis desde La Zarzuela.

De la misma manera, estas mismas fuentes indican que el príncipe utilizará el despacho del rey y el resto de estancias protocolarias, como donde se realizan las recepciones oficiales. Para ello don Felipe se desplazará a diario desde su residencia actual hasta el Palacio de La Zarzuela para ejercer sus funciones. Tan sólo 400 metros en línea recta son los que separan ambos inmuebles. No obstante, el desplazamiento debe realizarse en coche, cuyo trayecto es cercano al kilómetro.

Una residencia de 4,2 millones de euros

“El pabellón del príncipe”, que se convertirá en la nueva residencia de los reyes de España, cuenta con una superficie total de 3.000 metros cuadrados (cerca de 1.800 útiles) dividido en cuatro plantas –sótano, planta baja, primera planta y buhardilla–. En el semisótano se incluyen 5 dormitorios, 4 de servicio, 4 baños, un aseo, una cocina y un salón comedor entre otras estancias. En la planta baja se encuentra la zona oficial, decorada combinando muebles y cuadros de Patrimonio Nacional con otros nuevos: dos salas de audiencias, dos del consejo, una de espera, un dormitorio, dos despachos, cuatro aseos, un cuarto de servicio y un office. En el primer piso se sitúa el área residencial, con cinco dormitorios, tres salas de estar, cinco baños, un aseo, un office, un cuarto de servicio, dos despachos y una terraza. En esta planta se encuentra el dormitorio principal, de 110 metros cuadrados, en el que se incluye un vestidor, un baño y una sala de estar con chimenea. La residencia disponte también de una amplia piscina, de 180 metros cuadrados. Este palacete, que fue diseñado por los arquitectos de Patrimonio Nacional, costó 4,2 millones de euros.