Roland Garros: del apoyo de la infanta Elena a las 'tortas' de Maribel Nadal a su madre

Mientras este domingo su exmarido disfrutaba del sol de Ibiza en alta mar y en compañía de un grupo de amigas, la infanta Elena hacía lo propio en París. Desde la tribuna de autoridades del Philippie Chatrier, doña Elena presenció la final de Roland Garros entre dos titanes, Rafa Nadal y Novak Djokovic, acompañada de José Ramón Bauzá, presidente de Baleares, y Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes.

Ataviada con un traje chaqueta, sus inseparables pulseras en ambas muñecas y un borsalino para protegerse del sol, la infanta animó a Rafa Nadal desde el comienzo del partido. Tres horas y diez minutos después, la hija del rey Juan Carlos fue testigo de la victoria del manacorí, que logró su noveno Roland Garros, el quinto consecutivo. Testigo de una hazaña histórica, la infanta sacó su móvil del bolso y fotografió el momento en el que el extenista Björn Borg le entregaba el trofeo a Nadal. El perfil oficial de la Casa Real en Twitter, que se estrenó el pasado 21 de mayo, también se hizo eco del viaje de doña Elena a París publicando una fotografía.

Mientras se dirime cuál será su papel después de que Felipe y Letizia se convierta en Reyes de España, la infanta Elena mantuvo la semana pasada su agenda oficial pese a la abdicación de su padre. Durante casi cinco días, visitó Ecuador para seguir de cerca los programas de cooperación de la Fundación Mapfre, donde doña Elena trabaja como directora de proyectos educativos y sociales. A su regreso, y tras pasar apenas un día en la capital, la infanta puso rumbo a París con la firme idea de continuar con su agenda, que este miércoles le llevará a entregar los premios de la XXIII edición del Concurso de Pintura Infantil y Juvenil de Patrimonio Nacional y un día más tarde a presidir la mesa de cuestación del Día de la Caridad que organiza, como cada año, Cáritas.

Las dos 'tortas' de Maribel Nadal a su madre

Junto a Maribel y Ana María Perera, hermana y madre del tenista, Xisca animó como la que más a su chico. “¡Vamos ya, venga Rafa!”; decía. Sin embargo, la anécdota más curiosa la protagonizó Maribel, el ojito derecho de 25 años del tenista. Cuando el número uno mundial rompió por primera vez el servicio a Djokovic, su madre dijo algo que a su hija pareció no gustarle dándole, como contestación, dos cachetes en la cara que Ana María intentó esquivar. Una contestación que ha sorprendido mucho a los seguidores del tenista y que ha quedado como una anécdota en una familia siempre discreta y que jamás ha dado ni un solo titular.