Las tres 'últimas cenas' de Don Juan Carlos

El rey Juan Carlos sigue sin dejarse ver, al menos de forma oficial. La agenda del monarca se ha visto reducida a cero desde que el pasado día 19 de junio su hijo, Felipe VI, fue proclamado rey de España. Sin embargo, aunque no aparezca oficialmente desde su abdicación, el monarca se ha ido de cena hasta en tres ocasiones para celebrar, de forma íntima, su nueva condición. Son sus tres últimas cenas. Dos cenas y una comida, para ser más exactos. Una de índole laboral, otra política y una tercera estrictamente familiar.

La cena ‘laboral’

Hace apenas una semana, el rey saliente quiso despedirse de su equipo de colaboradores y agradecerles los servicios prestados. Allí estuvieron los distintos jefes de la Casa Real, como muestran las fotografías publicadas en ¡Hola!

Fernando Almansa, quien fue jefe de la casa durante nueve años, desde 1993 hasta 2002, y Alberto Aza, quien tomó el relevo de Almansa y dirigió el funcionamiento de la casa real hasta 2011. No faltó Rafael Spottorno, el último en el cargo, que ha sido sustituido por Jaime Alfonsín y que ahora ostenta el título de consejero privado de Felipe VI. Fue el que estuvo más cariñoso con el Rey e incluso lo ayudó a desplazarse de la puerta del restaurante hasta el coche.

La cena tuvo lugar en el restaurante El bodegón, propiedad de la familia Arango, ubicado en pleno centro de la capital. El Rey llegó en el asiento trasero de un coche privado y se fue del restaurante en el mismo automóvil pasadas las doce de la medianoche. Vestido con traje y corbata, el rey pudo degustar los platos del chef Hilario Arbelaitz, poseedor de dos estrellas Michelin. Según ha podido confirmar este medio, la cena tuvo lugar en un reservado del local, donde el rey y sus apóstoles charlaron en la más estricta intimidad.

La primera salida de don Juan Carlos fue el 17 de junio, tan sólo un día después de que su hijo fuera proclamado rey. Tal como informó El Confidencial, el rey saliente se fue de cena al restaurante Currito de la Casa de Campo de Madrid, especializado en cocina vasca. Los invitados conformaban una representación del sector más pudiente de la sociedad española: desde grandes cargos políticos en la transición, hasta ministros, senadores, banqueros y presidentes de distintas asociaciones.

La comida ‘familiar’

Días después, tal y como ha podido confirmar Vanitatis, el rey aceptó la invitación de la duquesa de Badajoz y se fue a almorzar a su domicilio de Puerta de Hierro. "En casa de doña Pilar se come muy bien", dicen siempre los que han pasado por el comedor de la infanta. Allí don Juan Carlos pasó un buen rato con su familia.