La princesa Mabel no levanta cabeza: dos amigos iban en el avión abatido en Ucrania
A punto de cumplirse un año de la muerte de su marido, el príncipe Friso, Mabel vuelve a sentir el dolor de la pérdida
A punto de cumplirse un año de la muerte de su marido, el príncipe Friso, hermano del Rey Guillermo de Holanda, la princesa Mabel vuelve a sentir el dolor de la pérdida. Al irreparable vacío que dejó Friso se ha sumado este fin de semana el de dos de sus amigos, Joep Lange y Jacqueline van Tongeren, que viajaban en el avión que el pasado viernes fue derribado al este de Ucrania cuando volaba a Kuala Lumpur procedente de Ámsterdam.
Tras la identificación de los cuerpos, fue el domingo cuando Mabel recibió la noticia en un momento todavía complicado para ella ya que, quienes la conocen, aseguran que aún no se ha repuesto del duro golpe de verse sola con sus dos hijas, Luana y Zaria. “Aún profundamente conmocionada por su pérdida. Dos pioneros con gran corazón”, escribía la princesa en su perfil de Twitter a última hora de este domingo. Los fallecidos, además de ser amigos de Mabel, eran reconocidos investigadores que se dirigían a la ciudad de Melbourne (Australia) para asistir a la XX Conferencia Mundial sobre el SIDA.
Casi siempre de negro, la última vez que Mabel acudió a un acto representando a la familia real holandesa fue el pasado mes de mayo. Sin embargo, continúa al frente de su organización solidaria destinada a luchar contra los matrimonios infantiles.
Desde que en febrero de 2012, el segundo hijo de la princesa Beatriz de Holanda quedara sepultado bajo una avalancha de nieve mientras esquiva en Austria, Mabel se aferró a la esperanza de que su marido saliera del coma. Sin embargo, un año y medio después, las peores noticias se confirmaban y Friso fallecía debido al irreparable daño cerebral.
