El Rey Juan Carlos interrumpe su 'excedencia' con el viaje a Colombia

Si no hubiera abdicado, el Rey Juan Carlos estaría esta semana en Mallorca cumpliendo con la hoja de ruta de todos los veranos. Audiencia con las fuerzas vivas de la isla (presidente, alcaldesa, conseller...), encuentro con Mariano Rajoy e invisibilidad hasta que regresara oficialmente al palacio de La Zarzuela para continuar con su vida laboral. Pero, tras el cambio de roles, el Rey Felipe VI asume responsabilidades y al padre le ha tocado hacer lo que hacia el hijo cuando era Príncipe de Asturias. En esta ocasión se trata de representar al Estado español en la toma de posesión de Juan Manuel Santos, nuevo presidente de Colombia.

Hasta el consejo de ministro del viernes no se sabía con seguridad si acudiría sólo Rajoy o iría acompañado por el rey saliente. Una vez decidido que Don Juan Carlos asistiera también a dicho acto, este ha interrumpido la excedencia estacional que disfruta hasta que en septiembre se oficialice cuál es su papel institucional una vez que ha pasado a ocupar el tercer lugar en el organigrama de la familia Real. Según los genealogistas su nieta Leonor esta ya por encima de él como Princesa de Asturias y heredera al trono.

Citas gastronómicas con sus amigos

Durante este tiempo el ‘Rey padre’, como gustan de llamar los monárquicos al ex jefe del Estado, se ha dedicado a disfrutar de su invisibilidad. Ha frecuentado a sus amigos de siempre, ha compartido cenas y almuerzos en sus restaurantes preferidos, a los que a veces se ha unido la infanta Elena. Si hace unas semanas era Horcher, el viernes pasado eligió Laredo, un local sin pretensiones donde la cocina y el trato resultan magnifico. Los clientes que coincidieron con Don Juan Carlos aseguran a Vanitatis que su estado físico era muchísimo mejor que el de meses pasados, sin esa hinchazón en el rostro que se vio en las imágenes de televisión tanto en la ceremonia de abdicación como en el balcón del Palacio Real el día de la proclamación de Felipe VI. Se le vio relajado y bromeando con los camareros e incluso con algunos comensales que se acercaron a saludarle. "Se le veía feliz", aseguran a este medio.

Don Juan Carlos sigue viviendo en el palacio de La Zarzuela y no hay motivo para pensar en un cambio de residencia salvo los días que viaje a Mallorca, que nunca será cuando estén su hijo, su nuera y las niñas Ortiz Borbon. Tampoco coincidirá con doña Sofía, quien tiene previsto pasar unos días en Grecia con sus hermanos Constantino e Irene, como comentó esta última en la entrevista que concedió en junio pasado a Vanitatis. Ya no hace falta dar la imagen de matrimonio feliz y, por lo tanto, Rey y Reina saliente irán cada uno por libre, sin que esto resulte ya noticiable. La estancia de Don Juan Carlos en Palma tampoco tendría carácter oficial, ya que acude porque mantiene excelente amigos en la isla con los que disfrutar de su ocio.