Delphine Boël le exige las pruebas de paternidad a Alberto de Bélgica

Nuevo escándalo para el rey Alberto II de Bélgica un año después de su abdicación. Delphine Boël, una artista belga de 46 años afincada en Londres que afirma ser su hija ilegítima, ha dado un paso más en la defensa de su paternidad y ha llevado a los tribunales al que fuera monarca del país durante más de 20 años. Ahora, coincidiendo con que Alberto ya no cuenta con la inmunidad judicial que proporciona el título de rey, la justicia deberá determinar si debe someterse a las pruebas de ADN que Delphine reclama. En el caso de que dicha prueba de positivo, el soberano tendrá que reconocer la paternidad de Boël e indemnizarla económicamente.

Este asunto vio la luz en 1999 cuando se publicó una biografía no autorizada de la reina Paola, esposa de Alberto, en la que se insinuaba que Delphine podría ser hija del monarca y la baronesa Sybille de Selys Longchamps. Sin embargo, ella no reclamó las pruebas de paternidad hasta 2008 cuando su padre, Jacques Boël, la desheredó. Este hecho desconcierta a los belgas pues creen que Delphine estaría haciendo todo esto por interés económico. Pero cuando tomó mayor relevancia fue en 2013, momento en el que Boël decidió tomar medidas judiciales en el asunto. Ese fue, quizás, uno de los motivos por los que Alberto aceleró su renuncia al trono.

Sea como fuere, lo que sí que es cierto es que Alberto y la baronesa Sybille tuvieron un romance durante la década de los 60. El mismo monarca reconoció en el discurso de Navidad de 1999 que esa fue una época muy dura de su matrimonio con Paola, algo que los belgas entendieron como una confirmación de que Delphine podría ser verdaderamente su hija.