Fabiola será despedida con honores en la misma catedral donde se casó

Tres días antes de cumplirse los 54 años desde que dio aquel ‘sí, quiero’, en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula, allí mismo el pueblo le dirá adiós a Fabiola, la española reina de los belgas. La ceremonia tendrá lugar el próximo viernes y será un funeral en el que se prevé que acudirán miles de ciudadanos, los mismos que vivieron durante su reinado los años de mayor unión y prosperidad, tal y como valoran este sábado los medios belgas este reinado.

El Gobierno belga, que se reunió en un Consejo de Ministros extraordinario, decidió celebrar un funeral nacional para Fabiola y decretar duelo nacional desde este sábado hasta el próximo viernes, día de las exequias, según informó el primer ministro belga, Charles Michel, en declaraciones que recoge la agencia de noticias belga. Según ha podido confirmar Vanitatis, mediante su único biógrafo español, Fermín Urbiola, autor de Nacida para reina, el miércoles y el jueves se celebrará una capilla ardiente después del traslado de la monarca desde el Palacio Real hasta allí, hecho que tendrá lugar el martes.

Los funerales por la que fuese reina belga tendrán lugar a las nueve de la mañana del próximo viernes en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de la capital belga, según detalló la Casa Real en su comunicado. El diario francófono Le Soir informa también de que los actuales monarcas, Felipe y Matilde, han decidido aplazar en consecuencia la visita que tenían programada al Vaticano la próxima semana.

El 15 de diciembre de 1960, allí mismo, bajo el pórtico de la catedral, esperaba el arzobispo auxiliar de Malinas, monseñor Suenens, a los contrayentes, Fabiola y Balduino, a los que saludó con su bendición. Todos ellos ocuparon sus respectivos lugares a la espera de que el cardenal Van Roey, arzobispo de Malinas y primado de Bélgica, iniciara la solemne ceremonia. Fabiola contestó con un ‘Oui’ a la pregunta de si quería contraer matrimonio con Balduino, el rey de los belgas.

El nuncio, monseñor Forni, leyó el mensaje enviado por el papa Juan XXIII, aquel día. Con casi toda probabilidad, el próximo viernes lo hará el Papa Francisco, también. Entonces Juan XXIII, para realzar el nombre de Fabiola, la situó también en el contexto de la sucesión de ‘reinas de élite’ que había tenido Bélgica. Según el escritor y periodista Fermín Urbiola, "el pontífice dijo que pertenecía a una serie de “mujeres notables por sus cualidades naturales, sensibles al sufrimiento humano y amigas de las artes, que han proporcionado al trono una aureola de estima y de amor popular”.

Última aparición

Precisamente fue en la catedral de Bruselas donde la reina Fabiola también hizo su última aparición pública, el 31 de julio de 2013, con ocasión de un homenaje a su esposo, Balduino, en el vigésimo aniversario de su muerte.

En esa ocasión Fabiola quiso estar presente a pesar de su delicado estado de salud y de que se desplazaba en silla de ruedas. La reina sufría de osteoporosis y de problemas respiratorios y no pudo en ese homenaje descender a la cripta en la que se encuentra enterrado su esposo.

Desde que se conoció la noticia del fallecimiento de Fabiola a última hora de la tarde del viernes, numerosas personas han acudido a las puertas del palacio de Stuyvenberg de Bruselas, donde falleció, para depositar flores, velas y cartas en signo de cariño por una reina que se ganó a los belgas por su cercanía.

Fabiola de Mora y Aragón, la reina de los belgas durante más de treinta años por su matrimonio con Balduino I y de origen español, murió el viernes a los 86 años en el palacio donde vivió con gran discreción los últimos años de su vida.

El próximo viernes en su despedida un silencio regio, triste será el protagonista en su funeral, junto a las oraciones de del pueblo de Bélgica, el país donde quiso morir la reina Fabiola.