La casa real de Bélgica ‘mata’ en una carta de agradecimiento a la reina Paola

Con motivo del fallecimiento de la reina Fabiola de Bélgica el pasado 5 de diciembre, monárquicos de todo el mundo enviaron cartas para dar el pésame a los miembros de la familia real. Como suele ser habitual, el palacio contestó a esas misivas con un mensaje de agradecimiento que sorprendió a los cientos de remitentes pues en ellas había un grave error, y es que en lugar de Fabiola daban por muerta a la reina Paola.

“Sus Majestades los reyes Alberto II y la reina Paola le dan las gracias por las palabras de consuelo que recibieron en respuesta de la muerte de la reina Paola”, rezaba la carta enviada por la Casa Real belga.

Aunque se trata de un desliz de quien redactó la nota, mucho se ha hablado en Bélgica sobre si no existe alguien que revise las informaciones que se publican desde las oficinas particulares de Alberto y Paola. Desde su abdicación en julio de 2013, los padres del rey Felipe van por libre a pesar de que su hijo les ha comunicado en cientos de ocasiones que no deben difundir ningún tipo de mensaje o de información sin su permiso. Sin embargo, los reyes eméritos han hecho caso omiso a las órdenes de su primogénito y constantemente envían notas de prensa que han puesto en algún que otro aprieto a la monarquía del país.

El escándalo más conocido fue el relacionado con el coma inducido que sufrió el príncipe Laurent, hermano del actual monarca. Tras haber estado ingresado en el hospital más de dos semanas y no recibir la visita de sus padres, los medios se pusieron en alerta para conocer cuál era el motivo por el que Alberto y Paola no visitaban a su hijo. Desde palacio, y siguiendo las órdenes de Felipe, se intentó vender la versión de que la presencia de los reyes eméritos no era necesaria, pues Laurent ya estaba en buenas manos. Pero Paola fue más allá y envió una nota de prensa en la que reconocía que “de todos mis hijos, Laurent es el más vulnerable. Me preocupa especialmente su futuro”. Estas palabras avivaron los rumores sobre la mala y distante relación que existe entre Alberto y Paola y sus tres hijos.