La infanta Elena y Victoria Federica, escapada de chicas al Valle de Arán
La hermana del Rey ha aprovechado la visita de su hija, que estudia en el Reino Unido, para escaparse al Pirineo catalán en un viaje de chicas, pues Froilán no acudió al tener que quedarse en el internado
La infanta Elena, acompañada de su hija Victoria Federica, ha pasado un fin de semana largo en el Valle de Arán, donde Marisa Caprile, hermana del modisto, tiene una casa que suele visitar la primogénita de Don Juan Carlos a menudo. Sobre todo en verano, donde realiza excursiones en bici o largas jornadas de senderismo. Marisa fue profesora de inglés en el colegio Santa María del Camino y su hermana Laura, compañera de pupitre de las niñas Borbón. De ahí que la relación sea intensa y, sobre todo, discreta.
Desde que dejó de formar parte del núcleo duro de la Familia Real y, por lo tanto, sin obligaciones institucionales, la duquesa de Lugo mantiene un perfil bajo en lo que se refiere a su vida personal. Se siente muy arropada por las amigas de la infancia y las amistades de la hípica. Alterna los dos grupos, dependiendo de si tiene algún concurso hípico o no. Son sus puntos de referencia y esta vez tocó fin de semana de montaña.
Ida y vuelta (Madrid-Lérida-Madrid) en AVE sin aparente seguridad y con perro incluido. El domingo por la tarde tomó el tren de las17:00 horasen la estación de Lérida con destino a Madrid y a casa. Ese fin de semana Froilán no salió del internado y fue solo con Victoria Federica. La niña, que estudia en el Reino Unido, ha pasado unos días de vacaciones en España y este fin de semana le tocaba estar con mamá. Victoria es una niña muy dócil, con grandes dotes para el baile y la música. Según confirmaba la princesa Irene de Grecia a Vanitatis, “toca muy bien el piano y es encantadora”.
La duquesa de Lugo está muy pendiente de sus hijos, sobre todo de Froilán, que, según explicaba Jaime de Marichalar a este medio, “ahora está mucho más centrado y sabe que si no estudia no sale”.
Aunque ha perdido privilegios, su nuevo estatus como miembro de la familia del Rey le da a la infanta mucha más libertad de movimiento. Mantiene una relación estrechísima con su padre, con el que comparte aficiones, como el buen comer y la caza. El sábado 7 fue su acompañante en el viaje que Don Juan Carlos realizó a Cáceres, declarada Ciudad Gastronómica 2015. Padre e hija degustaron en el restaurante Atrio (dos estrellas Michelin) un menú degustación. Para el Rey saliente la infanta Elena se ha convertido en su mejor compañera de viajes lúdicos una vez que Corinna ha desaparecido del mapa afectivo.
