El juez Castro rechaza rebajar la fianza a la infanta: debe pagar los 2,7 millones

Entre el juez Castro y la Audiencia Provincial de Palma parece estarse jugando una partida de ping pong con cierto tema incómodo. Quizá pádel sería más adecuado, a tenor de la categoría del sujeto de disputa, la infanta Cristina. El objeto es la fianza impuesta por el juez Castro (6.973.150 euros) en la apertura de juicio oral contra ella y los otros 17 procesados en el caso Nóos. La defensa de Cristina de Borbón recurrió ante el juez el pasado 8 de mayo solicitando una sustanciosa rebaja y este dio traslado a la Audiencia Provincial, inhibiéndose por haber cerrado ya la instrucción. El tribunal se desentendió también, insistiendo a Castro en que el tema económico debe permanecer en su nivel de competencia, en lo que se denomina pieza de responsabilidad pecuniaria. La infanta y su defensa, capitaneada por Miquel Roca, asisten a este peloteo entre ambos estratos judiciales.

Ahora, con la pelota –la fianza– de nuevo en el campo de José Castro, doña Cristina debe pagar esos casi 2,7 millones de euros en lugar de los 449.525 que pretendían su defensa y el ministerio fiscal. Y aunque parezca increíble, el partido no ha acabado: contra la resolución de Castro caben nuevos recursos. Entretanto, la infanta y Urdangarin siguen con sus bienes embargados.