Genoveva Casanova, Michavila y empresarios del Ibex esperan a Felipe VI en la Copa del Rey
Baleares espera seguir contando este año con el apoyo de la Familia Real y en especial de Don Felipe en la tradicional Copa del Rey de Vela. No hay confirmación oficial, pero el monarca acudirá y participará en el barco de la Armada
Del 3 al 8 de agosto se celebra en Palma la Copa del Rey de Vela. Durante años esta competición marcaba el inicio del verano de la Familia Real, que se instalaba en agosto en Marivent y permanecía en el palacio hasta finales del mes. El Rey Juan Carlos, el príncipe Felipe y las Infantas Elena y Cristina acudían todos los días al club naútico para participar en las regatas. La Reina Sofía les seguía desde el Somni, el yate propiedad del armador José Cusi, que lo prestaba todos los veranos. Desayunaban a la vista de periodistas y ciudadanos y a continuación subían a sus barcos con el resto de la tripulación. Todo esto evolucionó cuando aparecieron los consortes. A unos les gustaba Palma y a otros nada, como a Doña Letizia. Después llegó el caos y el Nóos y Marivent dejó de ser punto de encuentro familiar y la Copa del Rey se quedó sin rey.
Este año, los organizadores quieren que la competición vuelva a tener el prestigio de antes, por supuesto con la presencia de Felipe VI, al que se le ha cursado invitación. La Copa del Rey es una regata mítica que cumple 34 años y que goza de una repercusión económica de aproximadamente 15 millones de euros. El Rey debería aceptar esa invitación y presidir la competición.
El presidente del club naútico, Javier Sanz, junto con sus colaboradoras, Encarna Matos y Rocío Bacharach, explicaban en un almuerzo con periodistas la repercusión mediática que supone la presencia de los Reyes con corresponsales internacionales, ya que la regata de Palma es un referente a nivel mundial. El rey Harald de Noruega es uno de los participantes fijos y la prensa de su país refleja su asistencia con el consiguiente reclamo turístico que supone para las Baleares.
“Este año queremos darle un impulso importante. En esta regata participan los mejores barcos –133 inscritos– y las mejores tripulaciones. Los regatistas, cerca de 1.200, llegan a la isla acompañados de familiares y amistades que consumen la oferta turística de alto nivel de la isla. De ahí la importancia que para nosotros tiene la presencia del Rey Felipe”, explica Javier Sanz. Por ahora no hay confirmación oficial de la presencia de los monarcas en Palma y en Zarzuela no saben/no contestan. Oficiosamente el jefe del Estado no solo acudirá a la tradicional cena de armadores y a la entrega de premios, sino que también formará parte de la tripulación del Aifos, el barco de la Armada que participa en la regata. Potenciar la imagen positiva de Palma es una obligación real y más cuando el sector turístico es una de las bazas más importantes de la economía española. Las vacaciones privadas en el extranjero de las que disfrutó el Rey Felipe cuando era príncipe deberían formar parte de la historia pasada. Ahora los ciudadanos no entenderían cruceros en yates o estancias en mansiones de millonarios y potentados internacionales.
Y si la parte deportiva está controlada, la parte social no es menos. En esta edición también habrá personajes importantes del ámbito empresarial, con la presencia de primeras figuras del mundo del Ibex, así como del mundo del colorín. De estos últimos, se invitado a Mar Flores, Rafael Medina y Laura Vecino, Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, Carla Goyanes, la piloto Carmen Jordá, Carlos Falcó con alguno de sus hijos y Genoveva Casanova y José María Michavila,que una vez que oficializaron su relación ya no tienen problemas para dejarse ver en público.
Del 3 al 8 de agosto se celebra en Palma la Copa del Rey de Vela. Durante años esta competición marcaba el inicio del verano de la Familia Real, que se instalaba en agosto en Marivent y permanecía en el palacio hasta finales del mes. El Rey Juan Carlos, el príncipe Felipe y las Infantas Elena y Cristina acudían todos los días al club naútico para participar en las regatas. La Reina Sofía les seguía desde el Somni, el yate propiedad del armador José Cusi, que lo prestaba todos los veranos. Desayunaban a la vista de periodistas y ciudadanos y a continuación subían a sus barcos con el resto de la tripulación. Todo esto evolucionó cuando aparecieron los consortes. A unos les gustaba Palma y a otros nada, como a Doña Letizia. Después llegó el caos y el Nóos y Marivent dejó de ser punto de encuentro familiar y la Copa del Rey se quedó sin rey.