La princesa Corinna asalta su cuarta 'corte' europea
La 'amiga entrañable' del Rey Juan Carlos acaba de ser fichada para la fundación del duque de Edimburgo. Con esta ya son cuatro las cortes en las que ha estado presente
Primero fue Alemania, después España, más tarde Mónaco y por último Reino Unido. La princesa CorinnazuSayn Wittgenstein ha estado ya en cuatro cortes europeas y siempre lo ha hecho de la mano de un hombre: Casimir zu Sayn Wittgenstein, Juan Carlos I, Alberto de Mónaco y, ahora, el duque de Edimburgo.A pesar de su origen humilde, la princesa alemana por matrimonio ha sabido mover sus cartas para ser un miembro indispensable en las monarquías. Y es que desde sus nupcias con el príncipe Casimirha ido saltando de corte en corte ofreciendo sus servicios laborales.
En 1999, una jovenCorinna Larsen contraía matrimonio con el príncipe Casimir zu Sayn Wittgenstein. De esa unión, que no duró más de tres años, nació el príncipe Alexander, segundo hijo de Corinna. Gracias a sus esponsales con el príncipe alemán, Corinna conservó el título de princesa, una dignidad que le ha servido para moverse por las altas esferas europeas y árabes. Tras su divorcio, y habiendo acordado con Casimir seguir llevando el título de princesa, Corinna se dedicó a buscar negocios con grandes personalidades.
En uno de esos negocios fue cuando conoció al Rey Juan Carlos de España. Como asesora, Corinna acompañaba al monarca emérito en sus viajes oficiales y no oficiales -veáse la cacería de Botsuana-y parece que fue entonces cuando surgió su 'entrañable amistad', que la llevaría a mudarse a La Angorilla, una finca ubicada en El Pardo muy cerca de Zarzuela, la residencia de Don Juan Carlos. Su relación fue tan estrecha que,tal como cuenta Ana Romero en su libro Final de partida, el padre de Felipe VI estuvo pensando seriamente en casarse con la alemana y convertirla en princesa de Borbón.
No obstante, y tras el estadillo mediático de su relación con el Reyy las numerosas críticas que suscitó su 'entrañable amistad' con el monarca, Corinna decidió poner tierra de por medio y regresó a Mónaco,donde posee desde hace varios añosuna lujosa casa. Fue entonces cuando Alberto de Mónaco, conociendo el currículum de la rubia, decidió ficharla para su equipo. En un principio, la princesa alemana iba a ocuparse de las relaciones externas del pequeño principado. Sin embargo, al final Corinna acabó convirtiéndose en la dama de compañía de la princesa Charlène. La alemana era la encargada de aconsejar a la esposa de Alberto de Mónaco sobre cómo actuar, cómo vestir o a qué actos asistir, y se convirtió en su sombra.
Ese acuerdo con Charlène de Mónaco terminó al cabo de un año y medio por motivos desconocidosy Corinna se vio compuesta y sin corte. Pero la rubia alemana no tardóen encontrar una nueva monarquía a la que servir. Tal como contó ella misma en una entrevista en Point de Vue, ahora trabaja en la fundación del duque de Edimburgo, marido de Isabel II. “Estoy encantada de trabajar con el príncipe Felipe. Es un hombre brillante rodeado de un gran equipo". Por ahora se desconoce quépuesto ocupa Corinna en dicha fundación, aunque no sería extraño que un día de estos aparezca con el duque de Edimburgo en algún acto oficial demostrando que ella ha nacido para estar entre royals.
Pero esta no es la primera vez que se ve a la princesa deambulando porBuckingham. Ya el verano pasado apareció una imagen de Corinna conversando con el príncipe Carlos en uno de los salones de palacio. Aunque nunca se supo qué hacía allí la 'amiga entrañable' del ReyJuan Carlos, muchos aseguraron que fue al acto como una simple invitada y que al ver a los fotógrafos se acercó al príncipe de Gales para que la captasen y así subir su caché.
Primero fue Alemania, después España, más tarde Mónaco y por último Reino Unido. La princesa CorinnazuSayn Wittgenstein ha estado ya en cuatro cortes europeas y siempre lo ha hecho de la mano de un hombre: Casimir zu Sayn Wittgenstein, Juan Carlos I, Alberto de Mónaco y, ahora, el duque de Edimburgo.A pesar de su origen humilde, la princesa alemana por matrimonio ha sabido mover sus cartas para ser un miembro indispensable en las monarquías. Y es que desde sus nupcias con el príncipe Casimirha ido saltando de corte en corte ofreciendo sus servicios laborales.