La princesa Charlene, de nuevo, la gran ausente en una boda Casiraghi

La boda más larga del año ha finalizado. El hijo de Carolina de Mónaco, Pierre Casiraghi (27 años), y la periodista italiana Beatrice Borromeo (29) ya son marido y mujer. Para tamaño cambio de estado civil no han reparado ni en gastos ni en fastos. A pesar de haber urdido una larga lista de eventos –ceremonias civil y religiosa, picnic nupcial, cócteles o cenas de gala– para que ninguno de sus invitados se los perdiera, en todos ellos ha habido una gran ausente: la princesa Charlene (37).

Sábado 25 de julio. Salón de los Espejos del palacio real de Mónaco. El novio espera en la sala a su inminente esposa. Le acompañan cerca de 70 invitados. Lleva traje de chaqueta de doble botonadura y corbata azul marino de topos blancos. A su derecha se encuentra su tío, el príncipe Alberto; el hombre que les ha permitido celebrar un picnic nupcial posterior al enlace en los jardines privados de la residencia. Se encuentra solo y se ve obligado a pedir disculpas a todo aquel que le pregunta dónde esta su esposa. Un fuerte dolor de espalda la había impedido acudir a la celebración, tal y como ha informado el rotativo alemán Bunte.

Tras la ceremonia, trascenderá la tradicional foto de familia en la balaustrada de palacio donde amigos y familiares posan junto a los nuevos esposos. Todos menos Charlene. Después del posado, los novios celebraron un picnic nupcial para sus invitados en los jardines de la residencia de Alberto de Mónaco. Al acto, los asistentes debían ir ataviados con trajes regionales. De las pocas imágenes que han trasdendido de esta fiesta, se puede ver al príncipe monegasco vestido con la indumentaria típica del príncipado y sin la compañía de su esposa. 

Con el cierre de esta fiesta campera, Alberto se retira. Un acto oficial no le permitirá acompañar a su sobrino a la cena de gala que tiene prevista dar en el Hotel París, uno de los restaurantes de mayor lujo del principado. Ni a él ni a su mujer, que, padece un fuerte dolor de espalda. Sin embargo, horas más tarde, Alberto y Charlene aparecieron juntos en el Baile de la Cruz Roja. Un evento de larga tradición en el principado donde se pudo ver al matrimonio recibir a los más de 850 invitados que acudieron a la gala. Para la ocasión, Charlene eligió un mono rojo de la colección resort 2015 de Valentino. Casualmente, el mismo diseñador escogido por Beatrice para dar el primer 'sí, quiero' a Pierre Casiraghi.

¿Viaje a Italia?

El domingo tendría lugar una fiesta acuática en el Yatch Club de Montecarlo. A ella acudieron amigos y familiares de los novios. Pero, en ningún caso, los príncipes Alberto y Charlene. Con esta jornada playera, el matrimonio Casiraghi Borromeo puso punto y seguido a los fastos de su enlace. Una semana después, este sábado 1 de agosto, tendría lugar la ceremonia religiosa en el islote de San Giovanni, propiedad de la familia de la novia.

A pesar de que no han trascendido demasiadas imágenes del evento, solo las filtradas por la firma encargada de elaborar los dos vestidos nupciales de Beatrice, en ninguna de ellas aparecen el príncipe Alberto y su esposa. Solo la publicación de unas imágenes oficiales por parte del flamante matrimonio despejaría la incógnita de saber si, como en la boda religiosa de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo en Suiza el pasado febrero de 2014, Charlene repite como la gran ausente a los actos importantes de familia.