Los príncipes Jacques y Gabriella encandilan a los monegascos con sus trajes típicos

Este fin de semana, Alberto y Charlène de Mónaco celebraron el tradicional picnic en los jardines de palacio y lo hicieron con unos acompañantes de excepción. Los soberanos se llevaron consigo a sus hijos, los príncipes Jacques y Gabriella. Ataviados con el traje tradicional del principado -pantalón y camisa para el heredero y vestidito para su hermana-, los mellizos, quienes actualmente tienen ocho meses, estuvieron muy atentos a lo que sucedía a su alrededor, sobre todo Jacques, que, tal como describió su padre, el príncipe Alberto, “es un niño muy inquieto y siempre está pendiente de todo lo que pasa”.

Por su parte, la princesa Gabriella no dejaba de mirar con sus grandes ojos azules a las niñas que se acercaron hasta ella para entregarle un pequeño ramito de flores. La segunda en la línea de sucesión al trono monegasco llevaba un chupete rosa en el que podía leerse “I love mummy” (Quiero a mi mamá), un objeto que seguro que llena de orgullo a su madre, la princesa Charlène, quien tras el nacimiento de sus mellizos se muestra más feliz y cercana que nunca. Y es que mucho se habló de la tristeza de Charlène por la crisis que sufría su matrimonio, pero después de la llegada de Jacques y Gabriella, la sudafricana parece una nueva mujer.

Estas últimas imágenes muestran que Jacques y Gabriella son bien distintos, tanto en cuestiones de carácter como en su físico. Y es que mientras el heredero parece un clon de su madre a su edad -mismo color de pelo, ojos azules y saltones­-, su hermana tiene unos rasgos más similares a los Grimaldi, aunque todavía es pronto para saber si será heredera de la mítica belleza de su abuela, Grace Kelly.