Las claves del divorcio de Alexandra Manley: infidelidades, alcohol y mucho dinero
Aunque parecía que iba a ser un divorcio de lo más tranquilo y amistoso, varias informaciones parecen apuntar que la primera mujer del príncipe Joaquín vivirá una auténtica guerra mediática con Martin
Hace apenas un mes se conocía la noticia de que Alexandra Manley, quien fuera esposa del príncipe Joaquín de Dinamarca, había decidido poner fin a su segundo matrimonio con Martin Jørgensen, un atractivo fotógrafo con el que estaba casada desde 2007. Desde un inicio, tanto Alexandra como Martin se empeñaron en hacer creer que su relación había terminado de forma amistosa por problemas irreconciliables de convivencia. “Martin y yo no compartimos valores y no podríamos mantener un futuro juntos”, explicaba Alexandra. Ahora se ha descubierto que hay muchos más detalles turbios detrás de esta decisión.
Tal como han publicado los principales medios daneses durante estas semanas, el divorcio de Alexandra y Martin esconde varios secretos relacionados con infidelidades, alcohol y mucho dinero (y deudas). Según asegura el diario 'Herognu', el verdadero desencadenante de que la pareja decidiera poner fin a su matrimonio es la estrecha relación que Martin mantenía desde hace un par de años con Eva Harlou, la guapa presentadora de la versión danesa de 'Factor X'.
Coincidencia o no, Eva Harlou presentó los papeles del divorcio solo dos días después de que se hiciera público el divorcio de Martin. Aunque Alexandra conocía esta amistad especial desde hace un año, quiso darle una segunda oportunidad a su marido, pero viendo que seguía quedando con Eva, tomó la decisión de finalizar su matrimonio. De momento, ni Martin ni Eva ni Alexandra se han querido pronunciar acerca de este triángulo amoroso.
Alcohol
Pero este no ha sido el único motivo del divorcio del matrimonio. Durante los últimos meses la pareja no estaba atravesando un buen momento, ya que Alexandra presionaba mucho a Martin a causa de los problemas económicos que sufría por su falta de trabajo. Y es que aunque es un reputado fotógrafo, desde que se casó con Alexandra, Martin se ha dedicado a vivir la vida loca y no ha 'pegado palo al agua'.
Para liberar las tensiones producidas por las continuas broncas de su mujer, Martin empezó a ser un habitual de los locales nocturnos de Copenhague, donde se le veía beber compulsivamente. Así lo aseguran varios medios del país: “Era habitual ver a Martin tomando unas copas por los bares y llegando a su casa a altas horas de la madrugada”.
Dinero (y deudas)
Cuando en 2005 se divorció del príncipe Joaquín, Alexandra acordó con la reina Margarita seguir recibiendo una paga anual de 282.000 euros al año para poder vivir con la ‘dignidad’ que necesita la madre de unos príncipes. Asimismo se le concedió una casa valorada en 7,2 millones dólares en Østerbro para poder criar a Nicolás y Félix. Allí ha sido donde ha vivido con Martin durante estos siete años de matrimonio. A pesar de contar con estos privilegios, Alexandra vivía por encima de sus posibilidades. Así lo demuestra la compra de una casa en Turquía valorada en 4 millones de euros que todavía siguen pagando. Como Martin no puede hacerse cargo de la deuda -que ahora mismo está en 830.000 euros- porque no tiene oficio ni beneficio, deberá ser Alexandra quien se encargue de pagarla.
Asimismo, se ha sabido que Martin no podrá disfrutar de ninguno de los beneficios de Alexandra, ya que así lo firmaron en su contrato prenupcial. La pareja acordó que, en caso de divorcio, Alexandra no tendría que pagarle una sola corona danesa a Martin y ella podría seguir viviendo en su lujosa villa de Hellerup, la casa concedida por la reina Margarita II. "El pacto es corto y preciso. No deja ninguna duda de que Martin Jørgensen, en caso de un hipotético divorcio, permanecerá en la misma situación que cuando estaba soltero. No hay ninguna duda de lo que es de cada uno", declaró en su momento Ulrik Grønborg, abogado experto en asuntos matrimoniales. Parece que finalmente así será y que tras su matrimonio con Alexandra, Martin se quedará con una mano delante y otra detrás.
Hace apenas un mes se conocía la noticia de que Alexandra Manley, quien fuera esposa del príncipe Joaquín de Dinamarca, había decidido poner fin a su segundo matrimonio con Martin Jørgensen, un atractivo fotógrafo con el que estaba casada desde 2007. Desde un inicio, tanto Alexandra como Martin se empeñaron en hacer creer que su relación había terminado de forma amistosa por problemas irreconciliables de convivencia. “Martin y yo no compartimos valores y no podríamos mantener un futuro juntos”, explicaba Alexandra. Ahora se ha descubierto que hay muchos más detalles turbios detrás de esta decisión.