Los retoques estéticos de Letizia obligan al Museo de Cera a realizar una nueva figura
Los operarios del museo madrileño ya trabajan para tener lista a la tercera Letizia a comienzos de 2016
Hasta el más 'letizista' admite que la reina de hoy no es la princesa de ayer. No solo por su testa coronada, su férreo control sobre el personal de Zarzuela y el dominio absoluto de cada aparición pública. También por su envoltura física. Los cambios operados en el aspecto de la Reina Letizia son evidentes e incontestables. Lo sabemos los adultos de hoy, que hemos vivido en tiempo real su evolución, y lo sabrán los de mañana consultando hemerotecas… O acudiendo al Museo de Cera de Madrid.
A punto de conocer a Letizia Tercera
Una nueva Doña Letizia, la tercera de las elaboradas en cera, está a punto de sustituir a la que podemos ver en el museo, correspondiente a la imagen que la Reina tenía en 2008. Ese año, la Casa del Rey confirmó –la única vez que lo ha hecho– un arreglo estético en la entonces princesa de Asturias. La evidencia obligó a los artistas del museo a renovar la estatua. Ahora, como en franquicia de Terminator, está a punto de estrenarse 'Letizia 3'.
Gonzalo Presa, responsable de comunicación del museo, nos explica el porqué: “La decisión se tomó prácticamente tras la proclamación de Felipe VI, en junio pasado, si bien por la agenda de trabajo que tenemos, que ha incorporado varias figuras recientemente, se ha empezado a acometer este verano. Calculamos que estará lista a finales de este año o en los primeros días de enero de 2016. Seguramente más para Reyes”.
En efecto, en los últimos meses se han incorporado al museo Mark Zuckerberg, Cristiano Ronaldo (su tercer sosias, como Doña Letizia) y la doctora Margarita Salas. Plácido Domingo, Sofía Vergara y Mireia Belmonte están casi a punto de ser presentados. A finales de 2014, un muy evocador 28 de diciembre, entró el 'pequeño Nicolás'.
Con la venia pero sin necesidad de plácet
El Museo de Cera goza de capacidad completamente autónoma para elaborar sus figuras. “Cuando la efigie esté terminada, enviaremos un reportaje videográfico para que Zarzuela tenga conocimiento como hacemos siempre, en este caso a la Secretaría de la Reina. Como se trata de Doña Letizia, que se ha convertido en un icono de belleza y elegancia, intentaremos que sea la mejor figura que se haya hecho hasta el momento”. El señor Presa es consciente de la exigencia estética de la Reina.
Muy diplomático, sale airoso de la pregunta clave. ¿Se cambia la figura de la Reina porque su rostro no tiene demasiado que ver con el que lució en la boda con Don Felipe? “Esos cambios ya se acometieron hace años. La verdad es que su imagen actual es deslumbrante y la cambiamos porque el tiempo pasa para todo el mundo. Y en su caso, pasa para mejor. Lo que queremos es reflejar su estilo y belleza actuales. A mí me gusta más ahora, estéticamente hablando, que hace diez años”.
La ausente Sofía
El proceso de creación del busto de un personaje se realiza a partir de medidas antropométricas y material videofotográfico de cada homenajeado. El cuerpo, excepto las manos o las partes que están a la vista, es un maniquí de escayola sin mucha personalidad más allá de que se ajuste a un volumen físico determinado. “La tecnología nos permite ajustar a la perfección. Hemos escogido la imagen con que vimos a Doña Letizia durante la proclamación en el Congreso. El vestido es el mismo, pues sí lo cambiamos en su momento y no se renovará hasta dentro de un tiempo. Ahora se trata de actualizar sus facciones y peinado adaptándolos a ese día tan importante, el de la proclamación de su esposo como Rey. Espero que le guste; no solo a ella, sino también al público”.
Solo la infanta Sofía falta en el cuadro familiar que forman los Reyes, Don Juan Carlos, Doña Sofía y la princesa de Asturias. Con tan solo ocho años, su rostro aún ha de cambiar mucho hasta la adolescencia. Llegados los 14 o 15 años, dispondrá también de su propia efigie.
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Hasta el más 'letizista' admite que la reina de hoy no es la princesa de ayer. No solo por su testa coronada, su férreo control sobre el personal de Zarzuela y el dominio absoluto de cada aparición pública. También por su envoltura física. Los cambios operados en el aspecto de la Reina Letizia son evidentes e incontestables. Lo sabemos los adultos de hoy, que hemos vivido en tiempo real su evolución, y lo sabrán los de mañana consultando hemerotecas… O acudiendo al Museo de Cera de Madrid.