Magdalena de Suecia se enfrenta a los paparazzi para proteger su viaje a Maldivas

La rivalidad entre Magdalena de Suecia y los 'paparazzi' no es nueva. Ser princesa y haber crecido con los 'flashes' de los fotógrafos no impide que la hija del rey Carlos Gustavo quiera conservar su privacidad en sus escapadas no oficiales. Para su desgracia, en sus últimas vacaciones en las islas Maldivas, un séquito de reporteros gráficos han descubierto su paradero y han convertido en portada de revista sus paseos por la orilla del mar.

Su reacción no se ha hecho esperar y tras desayunar viéndose en la cubierta de 'Svenskdam', una publicación de referencia en Suecia, ha querido mandar su particular mensaje a los 'paparazzi'. “Tiempo en familia, aunque interrumpido lamentablemente. Es una pena que no nos pidieran fotos porque aquí las imágenes son más dulces”, escribe la princesa en su perfil de Facebook haciendo referencia a un álbum familiar de sus vacaciones en Maldivas.

En las imágenes que comparte Magdalena los protagonistas son sus dos hijos: Leonore, que está a punto de cumplir dos años, y Nicolás, de apenas siete meses. A los dos pequeños se les ve disfrutar de la playa y de su madre, con quien también se fotografían. De quien no hay rastro es de Chris O'Neill, quien se presupone que hizo las veces de fotógrafo.

El recado de Magdalena a los 'paparazzi' no sorprende a casi nadie ya que la relación entre ambos está llena de altibajos. En 2014 la publicación alemana 'Bunte' fue condenada a pagar 100.000 euros a O'Neill por publicar las imágenes de su luna de miel con Magdalena. Aquellas fotos en las Seychelles dieron la vuelta al mundo y Magdalena volvió a usar sus redes sociales para compartir ella misma algunas imágenes del viaje a modo de revancha. Incluso recriminó que los medios suecos las publicaran con un comunicado: “Seguimos dando las gracias a todos por los cálidos y buenos deseos por nuestra boda. Lamentablemente, la prensa sensacionalista sueca ha decidido destruir por su cuenta nuestra privacidad, publicando nuestras fotos privadas en sus ediciones del día. Lo único que deseamos es que, aunque solo sea por estos pocos días, nuestra privacidad pueda ser respetada”.

No ha sido su único altercado con la prensa. En 2011 la princesa obtuvo la mayor indemnización que se recuerda por parte de una publicación por dar noticias falsas sobre ella. En total, la editorial Klambt Verlag debía pagar 400.000 euros a la princesa por haber difundido noticias inciertas sobre supuestos amores, embarazos y planes de boda. La casa real sueca prometió entonces donar la cantidad obtenida a obras benéficas.

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