Nuria Bover, la novia en el 'entierro' de Urdangarin
Nuria Bover contrajo matrimonio con Pepote Ballester en 1998 y poco después se hizo íntima de Cristina de Borbón. Era habitual ver a los dos matrimonios entrando en Marivent para jugar al pádel
11 de octubre de 1998. El entonces príncipe de Asturias y su hermana Cristina son los invitados más ilustres de una boda típicamente mallorquina. Conscientes del interés que despierta su presencia, posan sonrientes con los novios para una foto que, curiosamente, 18 años después abre los informativos de las principales cadenas. En la imagen, los dos Borbones se colocan a ambos lados de los contrayentes, el regatista José Luis Ballester y Nuria Bover. Pepote para los amigos, y por ende también para Don Felipe y Doña Cristina, se convertía en el personaje clave de la sesión celebrada en Palma estos días para tomar declaración a los imputados por el caso Nóos. En su confesión aseguró que Urdangarin le llamaba "para reclamarle pagos" y que el objetivo era contratar al yerno del Rey y todo lo que viniera de él.
La foto del deportista el día de su boda da la vuelta a España y con él su esposa, una mallorquina de 46 años que hasta ahora había estado siempre en un segundo plano. Nunca se había hecho referencia a la estrecha amistad que también ella mantenía con la exduquesa de Palma ni a los partidos de pádel que ambos matrimonios, los Urdangarin Borbón y los Ballester Bover, jugaban en las pistas de Marivent. Esta es la historia de otra de las mujeres de los imputados en el caso Nóos. Nuria, por su parte, corrió más suerte que su amiga Cristina y ha seguido el juicio desde televisión y no desde el banquillo.
Nuria Bover Piqué (Palma de Mallorca, 1970) contrajo matrimonio con Pepote Ballester solo dos años después de que este obtuviese el oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Él se había convertido en uno de los regatistas más importantes de España y, sin pretenderlo, le hacía sombra a los éxitos deportivos que, por su parte, ella llevaba tiempo sumando en la misma práctica. En vela había sido campeona de Europa en 1986 y del Mundo en 1989. Con el tiempo, Nuria abandonó el deporte y comenzó a trabajar en Banco Sabadell, o al menos eso figura en las agencias de 'rating' consultadas por Vanitatis.
Los veranos de aquellos años posteriores a su enlace no se conciben sin la presencia de los exduques de Palma. Desde muy jóvenes su pasión por la vela había unido a Pepote con los tres hijos del Rey Juan Carlos y el paso de los años no hizo mella en esa amistad, sobre todo, en la fraguada con Cristina. Ballester era el compañero de juergas nocturnas de los Borbonespor Palma en los noventay también su fiel escudero a la hora de protegerles de 'paparazzi' indiscretos. “No te equivocas al afirmar que Ballester era uno de los miembros del círculo más íntimo de Doña Cristina. Y cuando hablamos de ese círculo nos referimos a dos o tres personas, no a 10. Era como su sombra”, explican testigos de esas salidas nocturnas a este medio.
El destino quiso que solo años después Ballester y Urdangarin coincidiesen en la Blume de Barcelona y, a partir de ahí, los dos matrimonios se hicieran inseparables. Tanto que era frecuenteverles salir a cenar por Palma de Mallorca o entrar juntos en Marivent.
“La prensa nos ha hecho mucho daño”
Sin poder esquivar el escándalo mediático que persigue a todos y a cada uno de los imputados, Pepote yNuria tratan de escapar como pueden a ese juicio paralelo realizado por la opìnión pública. Por su bien y también por el de sus dos hijas, Nuria y Neus, de 15 y 13 años, que han heredado de sus padres la pasión por la vela y, como ellos, también han empezado a competir en el club náutico.
La familia vive en una de las zonas más acomodadas de Palma. Se trata de Sa Ràpita, un puebloprivilegiado situado cerca del mar,muy próximo a la capital de la isla y que es “el sueño de cualquier mallorquín de clase alta”. Hasta allí se desplazaba esos días un reportero de 'El programa de Ana Rosa', que lograba hablar con Nuria en estos momentos tan complicados. “Mi marido ha sido la cabeza de turco. La prensa nos ha hecho tanto daño… Pero nuestro núcleo sabe lo que hay y no tenemos nada que esconder. Ni nos hemos quedado dineroni hemos hecho nada para que otro lo gane”, declaraba la mallorquina al magacín de Telecinco.
Sus palabras destilan rencor hacia la persona que les ha hecho perderlo todo (incluso han tenido problemas con una de sus viviendas). La relación casi fraternal entre Pepote y el matrimonio Urdangarin Borbón se rompía por completo en 2007 por las exigencias económicas del exduque como consecuencia de sus ambiciosos acuerdos. Ballester decidía, dos años después de su detención, confesar y admitir las irregularidades de la trama, a pesar de que con ello delataba al que había sido su amigo íntimo. Para Iñaki se trataba de una alta traición y por eso este mismo martes, durante la declaración de Pepote, se le escuchó decir: “Aeste le crujo”.
Entre tanto, la historia de estos dos matrimonios avanza en distintas direcciones. Pepote, tras haber llegado a un acuerdo y confesar todos los delitos, puede que corra mejorsuerte que su otrora confidente. El ocaso de Ballester pasa por una terrible enfermedad que padece desde hace tiempo. El de Urdangarin por una pena de cárcel que alcanza los 19 años.
¿Tienes un dispositivo móviliOSoAndroid?Descarga la APP de Vanitatis en tu teléfono o tablet y no te pierdas la actualidad de nuestros famosos. Para iOS,pincha aquí,y para Android,aquí.
11 de octubre de 1998. El entonces príncipe de Asturias y su hermana Cristina son los invitados más ilustres de una boda típicamente mallorquina. Conscientes del interés que despierta su presencia, posan sonrientes con los novios para una foto que, curiosamente, 18 años después abre los informativos de las principales cadenas. En la imagen, los dos Borbones se colocan a ambos lados de los contrayentes, el regatista José Luis Ballester y Nuria Bover. Pepote para los amigos, y por ende también para Don Felipe y Doña Cristina, se convertía en el personaje clave de la sesión celebrada en Palma estos días para tomar declaración a los imputados por el caso Nóos. En su confesión aseguró que Urdangarin le llamaba "para reclamarle pagos" y que el objetivo era contratar al yerno del Rey y todo lo que viniera de él.