Marius, el gran ausente de la Fiesta Nacional: su relación con Haakon ha empeorado

Problemas familiares en la casa real de Noruega. Este martes, los reyes Harald y Sonia, los príncipes herederos y sus hijos, los príncipes Ingrid Alexandra y Sverre Magnus, se volcaron en la celebración de la Fiesta Nacional del país. Como cada año, se visitieron con los trajes típicos y se echaron a las calles de Oslo para conmemorar esta fecha tan importante para los noruegos. Sin embargo, en esta ocasión hubo una gran e importante ausencia. Marius Borg, el hijo queMette-Marit tuvo fruto de una relación anterior a su matrimonio con el príncipe Haakon, no estuvo presente por primera vez en este evento tan importante. Este hecho ha desencadenado una serie de rumores.

Aunque desde la casa real se leha querido quitar importancia al asunto asegurando que Marius "tenía otros planes y no tenía la obligación de estar presente pues no forma parte de la familia real", lo cierto es que su 'baja' ha llamado mucho la atención a los medios, sobre todo después de la publicación de que no mantiene una buena relación con Haakon, su padrastro. El motivo principal de la ausencia de Marius podría ser que a sus 19 años y, según aseguran sus allegados, quiere hacer las cosas propias de su edad: salir con amigos, practicar deportes.... Así que como no tiene ningún título, intenta quesu vinculación con la Corona sea cada vez menor. No obstante, la sombra de una fría relación con el marido de su madre le persigue.

Desde hace varios meses, puede entreverse que la estrecha y cercana relación que teníanHaakon y Marius Borgya no lo es tanto. De tener cientos deimágenes de ellos jugando juntos,conversando o bromeando,hemos pasado a no tener ni una fotografía en la que se miren. Su relación es más fría que nunca.Esto se pudo comprobaren el posado de Navidad, en el que elprimogénito de Mette-Marit tenía en todo momento cara de pocos amigos, ytambiénenlas celebraciones delos 25 años de reinado del rey Haralden enero de este mismo año. Durante la primera jornada de festejos, una cena de gala en su residencia de Skaugum,Marius no se presentóa pesar de encontrarse allí, pues fuevistodisfrutando junto a unos amigos de la pista de nieve artificial montada en la plaza de palacio.

Marius síasistió a los actos del día 17, aunquesu actitud fue un tanto distante. Es cierto que durante el servicio religioso por la muerte del rey Olaf V, padre de Harald, se le vio sonriéndole con cariño a su madre, pero no hubo ni una mirada para su padrastro. Algo similar ocurrió durante la celebración de una yincana deportiva. Marius no dudó enacercarse a su progenitora y darle un fuerte abrazo.En cambio, no medió palabra con el príncipe Haakon. Tampoco quiso subirse al balcón del Palacio Real de Oslo para saludar como sí hicieron los reyes, los herederos y sus hijos, y la princesa Marta Luisa y su familia.

Se desconoce si existe algún motivo para quela relación entre Marius y Haakonse haya enfriado, pero desde que cumplió 18 años el 13 de enero de 2014, en la prensa noruega se ha venido hablando de que el joven no se siente demasiado a gusto en este mundo 'royal'."Ahora que es mayor y entiende la situación, sabe que no tiene ningún deber real y si acude a los actos, es porque su madre se lo pide", aseguraba el diario 'Se og hor' hace unos meses. Y es que Marius quiere vivir su juventud con total libertad yen ocasionesse siente un poco presionado por su condición de hijo de una princesa. Este podría ser uno de los motivos por los quehijastro y padrastro no acaban de congeniar, pues lo 'culpa' de esa situación.

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