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Lorenzo Caprile, el amigo fiel de la infanta Cristina
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LE CONFECCIONÓ SU VESTIDO DE BODA

Lorenzo Caprile, el amigo fiel de la infanta Cristina

El diseñador se presentaba por sorpresa al último día del juicio del caso Nóos para mostrar su apoyo públicamente a la denostada Cristina. Muchos le han criticado. Pocos saben de dónde procede esta amistad

Foto: Lorenzo Caprile y la infanta Cristina en un fotomontaje realizado en Vanitatis
Lorenzo Caprile y la infanta Cristina en un fotomontaje realizado en Vanitatis

Durante el tiempo que ha durado el juicio del caso Nóos ningún amigo ni familiar directo o indirecto de la infanta Cristina y Urdangarin se han personado en la Escuela Balear de Administraciones Publicas de Palma, donde se celebraba el proceso. Nadie del entorno ha acudido en todoese tiempo para darles ese apoyo público que necesitaban y demostrar que solo había cortafuegos institucional.

Pero la realidad es mucho más dura. Los Urdangarin están solos y pocos son los amigos que les quedan de la época gloriosa en su barrio de Pedralbes, del club de Tenis de Barcelona y del Club Náutico de Palma. En cualquier sitio donde existiera la mínima posibilidad de mantener un roce con los duques de Palma surgía un 'íntimo'. Todo eso acabó cuando accedió al trono Felipe VI y dejó de interesar llevarse bien con 'los Palma'no fueran a enfadar a 'los Asturias'. Y efectivamente así ha sucedido.

Pero no todos los que han formado parte de la vida de la infanta Cristina se han alejado de ella. Queda uno, Lorenzo Caprile, que el pasado miércoles quiso demostrar públicamente su apoyo a la infanta acudiendo el último día de juicio. El modisto, o costurero como suele definirse, lo dejó muy claro: "Los amigos tenemos que estar para lo bueno y para lo malo. Por eso estoy hoy aquí".

[Lea aquí: Lorenzo Caprile acude al juicio del caso Nóos para apoyar a la infanta Cristina]

Efectivamente, Caprile demostró que la fidelidad y la lealtad están en su caso por encima de lo políticamente correcto y de intereses particulares de cara a futuros encargos laborales. Hay mucha gente que no ha entendido ese gesto del diseñador que creó el traje de boda de la infanta y de sus pajes y lo tachan de querer buscar su minuto de gloria. Cuando la historia es todo lo contrario. Probablemente no le beneficie social ni laboralmente esa declaración de amistad. Entre otras cosas porque todo lo que huele a Borbon Urdangarin es repudiado en la Zarzuela y más aún en el mundo del estilismo de la Reina Letizia. La consorte real ha lucido en algunas ocasiones vestidos de fiesta con la firma Caprile. Y las veces que lo ha hecho impactó, como cuando apareció con un imponente modelo en gasa de color rojo en la boda de los príncipes de Dinamarca, en 2004, y el día anterior, en la cena de gala, con un dos piezas en el que destacaba un precioso corpiño floreado. Una vez que se casó, la princesa de Asturias se hizo adicta a Felipe Varela y dejó en la cuneta al resto de profesionales.

¿Y cúal es la verdadera razón que le ha llevado a Caprile a ser el amigo fiel que está a las duras y a las maduras, como declaró ese día ante la sorpresa de la prensa acreditada? Pues ni más ni menos que una relación que viene desde la infancia, de cuando Lorenzo jugaba con su hermana Laura y las infantas a las Barbies en la casa de la familia Caprile en Puerta de Hierro (Madrid). Las hijas de los Reyes estudiaban en el colegio Santa María del Camino, donde Marisa, la hermana mayor de Caprile, daba clases de inglés y fue en varios cursos su tutora, y Laura, la pequeña, compartía pupitre con las niñas Borbón y Grecia.

La amistad se fue afianzando con los años y muchas tardes y fines de semana Cristina y Elena se quedaban jugando en el chalet de los Caprile. Una familia estructurada con sietehijos y un ambiente divertido y a la vez estricto donde las aficiones lúdicas y artísticas de los niños se potenciaban en vez de cortar las alas. Las infantas se lo pasaban de cine y Lorenzo también formaba parte del grupo de las amigas de su hermana Laura que también compartía la infanta Elena. Al no ser buena estudiante y repetir curso hicieron todo el bachillerato juntas.

Al finalizar los estudios secundarios, y aunque cada una tiró por su lado, el lazo de intimidad y amistad se mantuvo. Con los años se unió al grupo Marisa, la antigua profesora, y también Lorenzoque ya convertido en diseñador de alta costura recibió el encargo de su amiga de confeccionarle el traje nupcial y los vestidos de los pajes, entre los que se encontraba Pablo Alonso, hijo de Marisa y ahijado de Cristina. Muchos años después, los Urdangarin, ya metidos en el proceso del caso Nóos, abandonaron su exilio dorado de Ginebra para acudir con sus cuatro niños a la localidad de Artiés, en el valle de Arán (Lérida), donde Pablo Alonso se casaba con su novia Mónica.

Ahora, tiempo después, esa amistad que les ha unido durante tantos años ha quedado de manifiesto conla presencia de Lorenzo en el último día del juicio del caso Nóos, que quiso así dejar clara su lealtad.

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Durante el tiempo que ha durado el juicio del caso Nóos ningún amigo ni familiar directo o indirecto de la infanta Cristina y Urdangarin se han personado en la Escuela Balear de Administraciones Publicas de Palma, donde se celebraba el proceso. Nadie del entorno ha acudido en todoese tiempo para darles ese apoyo público que necesitaban y demostrar que solo había cortafuegos institucional.

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