El motivo por el que el príncipe Guillermo vende su viejo coche por el doble de su valor
El coche en cuestión tiene un valor estimado en 84.700 euros, pero el duque de Cambridge espera conseguir con su transacción un montante que asciende a los 179.000 euros
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Conocida es la fidelidad de la familia real británica hacia la firma de coches Land Rover y raras son las excepciones que existen en su flota de bólidos privada. Pero los duques de Cambridge están comenzando a abrir sus horizontes y están centrando su objetivo en nuevos modelos más allá de su marca de confianza. Pero antes deben deshacerse de su coche habitual, con el que se desplazan en sus trayectos privados cuando el acto no les obliga a llevar un amplio séquito de guardaespaldas.
El príncipe Guillermo quiere vender su Land Rover negro, un modelo Range Rover SE Vogue 4.4 V8 con el que ha vivido grandes momentos de los últimos años, como fue el nacimiento de su hijo George. Con él acudió al hospital de St. Mary de Londres para estar presente durante la llegada al mundo de su primogénito y también recorrió a bordo de este vehículo el camino inverso una vez que el retoño que está llamado a reinar a los británicos fue presentado en sociedad.
Pero lo curioso no es el hecho de que quiera vender este coche para comprarse uno nuevo, una acción relativamente rutinaria que no debería salirse de la norma. Lo que ha llamado la atención de los medios británicos es el hecho de que quiera venderlo muy por encima de su precio de mercado aprovechando que sobre el asiento del piloto se han sentado unas posaderas reales. Así, el coche en cuestión tiene un valor estimado en 84.700 euros, pero el duque de Cambridge espera conseguir con su transacción un montante que asciende a los 179.000 euros.
¿A qué se debe tanta diferencia? Pues no es una treta del nieto de la reina Isabel II para ampliar sus arcas privadas, sino que todo responde a una iniciativa solidaria. Guillermo ha querido vender el icónico vehículo muy por encima de su valor real para destinar lo recaudado a causas benéficas.
Después, sentirá la velocidad pisando el acelerador de su nuevo Bentley Bentayga, uno de los posibles modelos que coteja para su futura adquisición, tal y como reportan diversos medios británicos. ¿Es este el fin de un matrimonio entre la familia real y su marca de coches de confianza?
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Conocida es la fidelidad de la familia real británica hacia la firma de coches Land Rover y raras son las excepciones que existen en su flota de bólidos privada. Pero los duques de Cambridge están comenzando a abrir sus horizontes y están centrando su objetivo en nuevos modelos más allá de su marca de confianza. Pero antes deben deshacerse de su coche habitual, con el que se desplazan en sus trayectos privados cuando el acto no les obliga a llevar un amplio séquito de guardaespaldas.