Akihito, emperador de Japón, confirma al pueblo nipón su deseo de abdicar

El emperador de Japón, Akihito, no se ve con fuerzas suficientes como para continuar al cargo y ya ha expresado su deseo de abdicar por cuestiones de salud y por su avanzada edad. Así lo ha dado a conocer este lunes a través de un mensaje remitido a su pueblo a través de la televisión en el que muestra su preocupación de que su salud le impida desempeñar como es debido sus funciones de representación del estado o que “algún día” se encuentre con dificultades para ejercer sus funciones “con solvencia”, lo que “podría tener efectos adversos para la sociedad”.

Este es el claro mensaje que ha ofrecido al pueblo nipón en un vídeo de unos diez minutos que ha sido filmado desde el propio Palacio Imperial. Con él, acaba con los rumores que apuntaban hacia esta misma dirección y que estaba generando una gran incertidumbre en los medios de comunicación de Japón que se hacían eco de la posible abdicación de su emperador. “Me preocupa que pueda convertirse en algo difícil para mí llevar a cabo mis responsabilidades como símbolo del Estado, ta y como he venido haciendo hasta ahora”, explica el jefe del Estado de 82 años.

En la legislación nipona no se contempla la posibilidad de una abdicación como tal, dado que el cargo de emperador se considera vitalicio y tan solo es posible cesar del cargo a través de una reforma de las leyes actuales. El deseo de Akihito es que se agilice este proceso para que el Trono del Crisantemo pase a su hijo Naruhito: “Hay momentos en que siento varias limitaciones por mi condición física”, dice el emperador, que no se conforma con ceder parte de sus responsabilidades oficiales a su hijo, porque tiene miedo a que “cuando un emperador enferma o su estado de salud es grave, me preocupa que, como ha sucedido en el pasado, la sociedad entre en punto muerto o la situación pueda impactar en la vida de la gente. Me planteo cómo sería posible evitar esta situación”. El primer ministro, Shinzo Abe, explicó nada más terminar la emisión que su equipo legislativo ya se ha puesto manos a la obra para cumplir los deseos del soberano.

Entre los problemas de salud que el emperador nipón hace referencia de soslayo se encuentra el cáncer de próstata al que hizo frente en 2003 y que le derivó a una grave osteoporosis. También a la neurisma que sufrió en 2011 o al 'bypass' que se le colocó en 2012.

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