La princesa Mette-Marit recupera su estilo y vuelve a vestir bien (por ahora)

Durante meses, la forma de vestir de Mette-Marit ha sido analizada y criticada. De un tiempo a esta parte, la princesa de Noruega empezó a decantarse por estilismos totalmente defavorecedores en los que destacaban prendas demasiado ajustadas, zapatillas o botas de agua. Aunque la casa real intentó quitarle hierro al asunto asegurando que la esposa de Haakon tenía problemas de espalda y estaba atravesando un delicado momento, sus modelitos en los eventos a los que asistía eran de gusto cuestionable y bastante inapropiados para una mujer que antaño fue apodada como la princesa Prada. Ahora parece que Mette-Marit se ha puesto las pilas y ha conseguido recuperar parte de ese 'glamour' perdido.

Así lo demostró en Canadá, donde se encuentra realizando una visita oficial junto al príncipe Haakon. Para su primer acto en el país norteamericano, que incluyó un encuentro con el gobernador y su esposa y una visita al Museo Natural de Ottawa, Mette-Marit apareció más que correcta con un abrigo rojo con un original cuello que, a pesar de que no es nada del otro mundo, le sienta bastante bien. Lo combinó con unos salones marrones de Christian Louboutin y una cartera de mano en color tostado. La princesa iba perfectamente peinada con un moño bajo que dejaba al descubierto unos pequeños pendientes de aro y llevaba un maquillaje muy suave, casi imperceptible.

Esa misma noche volvió a sorprender con un total acierto en su asistencia a un concierto ofrecido en el Museo de Historia de Quebec. La princesa estrenó un vestido realizado con encaje metálico que pertenece a la firma Erdem y cuesta 1.900 euros. Se trata de una prenda muy favorecedora y a la princesa le sienta muy bien, de lo mejor que le hemos visto en los últimos meses. Combinó el diseño con unos salones 'nude' de Louboutin y un 'clutch' a juego. Mette-Marit redondeó su modelito con unos espectaculares pendientes en forma floral de los que cuelgan dos rubíes.

Aunque parece que Mette-Marit ya ha solucionado sus problemas con su vestuario (por ahora), sigue habiendo una cosa bastante clara: la princesa todavía no está preparada para convertirse en reina, pues sus índices de popularidad siguen estando bajo mínimos. Hace unos meses, los principales diarios de Noruega aseguraron que el rey Harald V estaría pensando en abdicar a causa de distintos problemas de salud. Así pues, el actual monarca de Noruega se sumaría a la lista de Beatriz de Holanda, Alberto de Bélgica y Juan Carlos de España, quienes en su día decidieron dejar paso a las nuevas generaciones.

La idea de que los actuales príncipes herederos puedan convertirse en los nuevos reyes de Noruega en un futuro próximo no acaba de convencer a los noruegos, sobre todo en lo que se refiere a las cuestiones relacionadas con Mette-Marit. Catorce años después de su enlace matrimonial con el heredero al trono, la princesa sigue originando numerosas polémicas que provocan que su imagen entre sus ciudadanos no sea del todo buena.

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