El desaire de Laurent y una encuesta alarmante marcan el Día del Rey de Bélgica

Cada 15 de noviembre se celebra en Bélgica el Día del Rey, una fiesta nacional en la que destacan los fuegos artificiales y los desfiles por las calles. Asimismo, es tradición que la familia real asista a un Te Deum en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas en honor al rey. Y así lo han hecho un año más. A media mañana, hacían su llegada los reyes Albertoy Paola acompañados por la princesa Astrid y su esposo, el archiduque Lorenzo de Austria Este. En otro coche aparecía el príncipe Laurent, conocido popularmente como la 'oveja negra' de la Corona por sus múltiples escándalos y polémicas.

El príncipe, con gesto serio y ceño fruncido, no saludó ni a sus padres ni a su hermana y su cuñado. Antes de acceder a la catedral, Paola intentó sin éxito hablar con su hijo, pero este apenas le hizo caso. Tampoco pareció prestarle atención a su hermana, quien también trató de entablar una conversación con él. Laurent ha declarado en numerosas ocasiones que se siente excluido de la Corona. “Mi familia ha saboteado mi trabajo. Nunca me apoyaron. Primero fue mi tío, el rey Balduino, y después fue mi padre. Tampoco mi hermano me ha ayudado. Son como la Stasi –la temida policía política de la extinta Alemania del Este–”, declaró hace meses a la televisión pública belga RTBF.

Quien no estuvo en el acto fue el rey Felipe. Según es tradición, a esta misa no acude el monarca vigente, pues según las reglas protocolariasno está bien visto que el homenajeado presencie una ceremonia en su honor. Tampoco acudió su esposa, la reina Matilde, ni ninguno de los cuatro hijos de la pareja: Elisabeth, Gabriel, Emmanuel y Eleonore. Su ausencia era algo previsto, no así la de la princesa Claire. La esposa del príncipe Laurent siempre suele acompañar a la familia real en los eventos oficiales, por eso sorprendió tanto no verla allí. Cabe recordar que hace unos meses surgieron los rumores de que el matrimonio estaba atravesando una pequeña crisis y esta 'baja' sin explicación no hace más que reforzar esa idea. Tras el Te Deum, Alberto, Paola y Laurent acudieron a un acto celebrado en el Parlamento.

Mientras Bélgica entera celebra su día, el rey se enfrenta a una encuesta bastante desfavorable que ha ocupado las portadas de los principales medios del país. Según se deduce del estudio realizado por la agencia KUL, seis de cada diez flamencos rechazan la situación actual de la monarquía. Cierto es que en la región de Flandes la Corona nunca ha contado con demasiado popularidad. Sin embargo, esta ha decaído considerablemente en los últimos años llegando a estas cifras preocupantes. Un 59% de los flamencos quieren que la monarquía sea puramente ceremonial y no tenga ningún poder institucional. En el otro extremo encontramos el escaso23,3% de los valones que defienden la república.

Otro dato que revela la encuesta es que la población ha perdido gradualmentela confianza en el rey. Hace diez años, un 65,3% de los ciudadanos de la región deValonia confiaban plenamente en Alberto II. Ahora es un 37,9 % el que confía en su sucesor. Pero no todo son malas noticias para Felipe y Matilde. Los valones (59,4) y los flamencos (76,1) coinciden en que el rey ofrece una imagen de prestigio internacional del país.

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