Kate Middleton, impresionante con un vestido de 3.000 euros y la tiara de Lady Di
A vueltas con los guiños de la duquesa de Cambridge a la princesa Diana de Gales, eligiendo una de sus míticas tiaras. El vestido, valorado en 3.000 euros, ya lo estrenó en octubre de 2015
A pesar de que la cita bien merecía un estreno, Kate Middleton optó por echar mano a su fondo de armario para acudir a la recepción diplomática anual que tiene lugar en Buckingham Palace. Eso sí, se decantó por una apuesta segura, un diseño de su firma fetiche, Jenny Packham, que ya lució en octubre del pasado año con motivo de la visita del presidente chino, Xi Jinping.
Un impresionante vestido a medida en color rojo que no restaba protagonismo a su dueña, que no se aleja de su premisa de ofrecer una imagen elegante sin necesidad de grandes inversiones en su armario. Este diseño en concreto se podía adquirir a través de la página web de la firma por unos 3.000 euros y cuenta con los detalles que Kate Middleton busca siempre que encarga que su diseñadora de confianza se lo haga a medida: una cintura ceñida y un discreto escote.
Este modelo con el que la esposa del príncipe Guillermo vuelve a acertar quedó relegado a un segundo plano cuando los presentes repararon en la tiara que llevaba sobre su cabeza. Una delicada pieza realizada con diamantes y perlas que lució en diversas ocasiones la princesa Diana de Gales y que se ha convertido en el nuevo guiño que Kate realiza a la madre de su marido, como ya viene siendo habitual en grandes celebraciones de la primera familia británica. Una forma de mantener vivo su recuerdo y acercarse más a un pueblo que se dejó conquistar por Lady Di.
Como no podría ser de otra manera, la duquesa de Cambridge eligió con mimo el resto de complementos con los que completar su look, con joyas de diamantes y perlas. Una de ellas siempre ha acaparado una especial atención entre los medios británicos, ya que se cree que el brazalete de diamantes que lleva en su muñeca derecha es un regalo de bodas que el príncipe Guillermo le hizo, algo que nunca ha sido confirmado, pero que pulula siempre que Kate se atreve a sacarlo a pasear.
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A pesar de que la cita bien merecía un estreno, Kate Middleton optó por echar mano a su fondo de armario para acudir a la recepción diplomática anual que tiene lugar en Buckingham Palace. Eso sí, se decantó por una apuesta segura, un diseño de su firma fetiche, Jenny Packham, que ya lució en octubre del pasado año con motivo de la visita del presidente chino, Xi Jinping.