Las claves que demuestran que algo pasa con Isabel II (y no nos lo cuentan)

La salud de Isabel II está en boca de todos. El comunicado de Buckingham Palace anunciando un "fuerte resfriado" así como sus ausencias en los eventos navideños han creado una gran alarma. A pesar que la Corona e incluso sus propios hijos han intentado quitarle hierro al asunto, el hecho de que lleve convaleciente dos semanas tiene en estado de alerta a los británicos, quienes ven en su reina al gran símbolo de su país. Los medios de comunicación de Reino Unido están muy pendientes de la evolución de la soberana, aunque la información de la que disponen es bien poca y las teorías sobre una grave enfermedad abundan. El secretismo con el que se está tratando el tema ha provocado que muchos medios británicos especulen con que pudiera haber algo más detrás de ese resfriado. En Vanitatis analizamos las tres claves que muestran que algo está ocurriendo con Isabel II.

Dos sonadas ausencias

A pesar de que en un primer momento se aseguró que ni la reina ni el duque de Edimburgo viajarían este año a Sandringham por encontrarse ambos enfermos tal como puede verse en las portadas de varios medios británicos, finalmente se desplazaron hasta el palacio, aunque rompieron con la tradición de hacerlo en tren y se decantaron por el helicóptero privado. Sabiendo que Isabel ya estaba en Sandringham, se tenía por seguro que el día 25 de diciembre asistiría al servicio religioso de Navidad en St. Mary Magdalene junto a su familia, pero no fue así. La monarca se ausentó debido a su "fuerte resfriado", siendo esta la única ocasión que no acudía.

Esta no es la primera vez que la reina ha estado enferma durante las fiestas navideñas, pero nunca (hasta ahora) había querido perderse este evento. En 2008, por ejemplo, también estuvo resfriada y, en vez de llegar a la iglesia a pie, lo hizo en coche. La ausencia de Isabel II se repitió este 1 de enero. La reina volvió a faltar al servicio religioso de Año Nuevo, provocando que las alarmas acerca de un grave problema de salud suenen esta vez con mucha más fuerza.

Una agenda que escasea

Otro de los detalles que ha llamado mucho la atención y que hace temer por el estado de salud de Isabel es que Buckingham Palace no ha anunciado todavía las visitas de Estado que la reina recibirá en 2017. Normalmente es en noviembre del año anterior cuando se comunican estos viajes, pues se preparan con mucho tiempo y cuidado. Así lo hicieron a finales de 2015 cuando anunciaron la visita de Don Felipe y Doña Letizia para marzo de 2016, que finalmente tuvo que cancelarse por la situación política de España. Sin embargo, de momento no se sabe qué representante de qué país viajará a Reino Unido, aunque se especula con Donald Trump.

Asimismo, hay que destacar que la labor institucional de Isabel II ha disminuido en este 2016. Tal como revela un análisis realizado por el 'Daily Mail', la reina ha presidido 250 actos, quedando en la octava posición de los miembros más trabajadores de su familia, por detrás de su marido, sus cuatro hijos y los príncipes Guillermo y Harry. Si comparamos la cifra con la del 2015, en la que sumó 364 actos, veremos que es llamativamente inferior.

La precipitada mudanza de los duques de Cambridge

Hace dos años, el príncipe Guillermo y Kate abandonaban Kensington Palace y ponían rumbo a la campiña inglesa, concretamente a Anmer Hall, para llevar una vida más tranquila. Allí tenían pensado quedarse hasta que George y Charlotte cumplieran 5 o 6 años. Sin embargo, las cosas han cambiado en estas últimas semanas, pues los duques de Cambridge están planeando regresar a Londres.

El motivo principal de esta vuelta es que el nieto de Isabel II quiere centrarse más en su labor institucional y dejar de lado su trabajo como piloto de helicóptero. Los medios británicos no han tardado en sospechar que el regreso a Londres podría venir a petición de la propia reina, quien quiere que el heredero del heredero tenga cada vez más protagonismo en la agenda, asegurando así una sucesión sin problemas cuando ella fallezca. Además, si su estado de salud no es del todo bueno, necesitará que su familia cubra los actos a los que ella no pueda acudir en el futuro.

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