El paradisíaco nido de amor en el que se han alojado Harry y Meghan Markle

El motivo fue la boda de Tom Inskip y la agente literaria Lara Hughes-Young. Sin embargo, a nadie le amarga un dulce y el príncipe Harry y su novia, la actriz Meghan Markle, han aprovechado la invitación al enlace para disfrutar de un fin de semana paradisíaco en Montego Bay (Jamaica), lugar en el que se ha celebrado el enlace. La revista 'People' ha asegurado que llegaron separados, pero durante la celebración estuvieron todo el rato juntos. Sin embargo, lo verdaderamente llamativo es el lugar en el que la pareja se ha alojado: un resort de lujo, el Round Hill, que ha sido cerrado para ellos dos.

Con vistas a la costa, piscinas privadas y un espectacular spa, el lugar posee 36 habitaciones diseñadas en 2006 por el mismísimo Ralph Lauren. También engloba unas 27 villas al estilo jamaicano. También es habitual ver en sus paredes exhibiciones de arte. La última en exponer sus pinturas en el complejo de lujo ha sido la pintora Ingrid Coke. En Round Hill también se puede jugar al golf en campos interminables o disfrutar de bañeras personales en muchas de sus habitaciones. El precio por noche es de 1.600 euros que, lógicamente, no han tenido que pagar ni el príncipe ni su prometida, que acudían al lugar en calidad de invitados.

Antes de la boda, y tal como asegura 'The Sun', Harry y Meghan acudieron a una fiesta en la playa. El príncipe llevaba un bañador verde mientras que la actriz se decantó por un biki azul celeste. Fue entonces cuando se les pudo ver más cariñosos. "Se abrazaron y se besaron en la playa delante de sus amigos [...] Más tarde Meghan disfrutó de una copa de vino mientras Harry fumaba cigarrillos y conversaba con sus amigos", asegura 'The Sun'.

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