Peluquería, trabajo y familia: la última visita fugaz de la infanta Cristina a Barcelona

Tras casi cuatro meses sin pisar Barcelona, la infanta Cristina volvía este septiembre a la ciudad en la que fue tan feliz -allí se casó y allí formó su familia- para realizar algunas gestiones. Fue el miércoles 6 al atardecer cuando la hija de los Reyes eméritos llegaba a tierras catalanas en solitario. Siguiendo las pautas de sus anteriores visitas, durante las dos noches que pasó allí se hospedó en los apartamentos Victoria, situados en el exclusivo barrio de Pedralbes y a tan solo unos pasos del Palacio Real de Pedralbes, donde se celebró el banquete de su enlace con Iñaki Urdangarin en octubre de 1997.

El día 7 fue bastante ajetreado para la exduquesa de Palma y Vanitatis siguió en exclusiva sus pasos. A las 09:30 se fue a su peluquería Llongueras de toda la vida donde, viendo las imágenes a las que ha tenido acceso esta web, no se hizo nada especial, simplemente un alisado de cabello. Cabe recordar que en sus mejores tiempos, Cristina solía gastar una media de 288 euros a la semana en esta misma peluquería. Así lo prueban los extractos de movimientos bancarios de las cuentas de Urdangarin y su mujer que los bancos mandaron al juez durante el proceso del caso Nóos.

Ataviada con pantalones marrón chocolate, camisa blanca, blazer beis, unas alpargatas naranjas y su pelo alisado, Cristina abandonó la peluquería una hora más tarde y puso rumbo a las oficinas de La Caixa en las que trabajaba, situadas en plena avenida Diagonal. Para evitar ser fotografiada, la exduquesa accedió al edificio por el parking. Las últimas imágenes que tenemos de Cristina en La Caixa datan de diciembre del año pasado. La esposa de Urdangarin se paró expresamente a hablar con la prensa para asegurar "estoy encantada de estar en España", en contra de unas informaciones que se habían publicado en varios medios. Esta vez, como no tenía nada que aclarar, prefirió la puerta de atrás.

Tras La Caixa, Cristina se fue hasta el acomodado barrio del Putxet, cerca del Tibidabo, para visitar a su cuñada, Ana Urdangarin, quien vive en una casita modernista junto a su marido, el empresario inmobiliario Carlos Gui. Desde la muerte de Juan María Urdangarin, Claire Liebart, la madre de Iñaki, pasa largas temporadas en la casa de su hija en Barcelona, por lo que es más que probable que Cristina también pudiera pasar un tiempo con su suegra.

Cabe recordar que Ana ha sido uno de los máximos apoyos del matrimonio en estos duros años y guarda con la infanta una estrechísima relación. Incluso los nombres de sus tres hijos mayores, Jan, Lucía y Lucas Gui, aparecieron en el juicio de Nóos. La encargada de nombrarlos fue Virginia López Negrete. La abogada de Manos Limpias le preguntó acerca de la contratación de los tres hermanos Gui en Aizoon. Cristina se negó a contestar y dejó la duda en el aire sobre qué papel cumplían sus sobrinos en la empresa.

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Núria Tiburcio

Fue el viernes sobre las 09:00 horas de la noche cuando Cristina puso rumbo a Ginebra junto a su familia. La situación de la Infanta es ahora mucho más calmada que hace un año. Sus problemas judiciales han desaparecido y quiere cerrar por completo su relación con la justicia. Por ello, ha pedido a la Audiencia Nacional la devolución de 771.000 euros que suponen la diferencia del dinero adelantado antes del juicio Nóos por responsabilidad civil y las sanciones económicas fijadas finalmente. En total, la hija de los Reyes eméritos aportó 1.036.938 euros y el fallo estableció que debía pagar una multa de 265.088 euros,