La infanta Elena y Marichalar, diez años después de su "cese temporal de la convivencia"

Este lunes se cumplen diez años desde que la Casa Real anunció vía comunicado oficial el "cese temporal de la convivencia matrimonial" de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. A pesar de que en un primer momento aseguraron que no era una separación definitiva, permitiendo incluso que Marichalar siguiera utilizando el título de duque de Lugo, dos años después, en diciembre de 2009, firmaron la ratificación del convenio de su divorcio ante un juez en el Juzgado de Familia número 22 de Madrid provocando que Jaime dejara de formar parte de la familia real y tuviera que olvidarse de su título de duque.

Desde entonces, las ocasiones en las que se los ha visto juntos se pueden contar con los dedos de una mano: en las comuniones de sus hijos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica; en el funeral de la madre de él, Concepción Sáenz de Tejada; y en el hospital cuando Froilán se pegó un tiro en el pie. Algunas veces han coincidido en los toros, pasión que ambos comparten, pero cada uno por su lado. Su distanciamiento desde el divorcio es total, y se comunican lo justo por el bien de los niños, de quienes tienen la custodia compartida.

En esta década que ha transcurrido, las vidas de Elena y Jaime han cambiado considerablemente. Los años han pasado y eso se nota tanto físicamente como en sus estilos. Si cogemos fotografías de ambos en 2007 y otras de este mismo año, veremos que la separación no les ha sentado del todo mal.

Un estilo más discreto y una amiga inseparable

Físicamente, Jaime de Marichalar presenta la misma imagen frágil que hace diez años y que es consecuencia de la isquemia cerebral que sufrió en 2001. Pero no se le ve demasiado avejentado. A pesar de ello, el exduque sigue cuidando hasta el mínimo detalle su vestuario. Fan declarado de la moda, Jaime apuesta ahora por un vestuario muy formal, con trajes perfectamente tallados, abrigos largos y sus inseparables gafas de sol. Aunque ya se ha despegado un poco de aquellos pantalones estampados que solía llevar, aunque sigue apostando por modelos con colores chillones como el verde o el rojo.

Jaime sigue manteniendo una buena relación con el mundo de la 'jet set'. Beatriz de Orleans, Marisa Yordi, Nieves Álvarez o Dorys Brynner forman parte de su círculo de confianza. Pero si hay una persona que ha estado junto a Marichalar estos diez años y se ha convertido en su inseparable, ella es Rosa Mairal, la mujer de Esteban Rabat, dueño de la famosa joyería Rabat. Jaime y Rosa comparten su pasión por la moda y se les ha visto juntos de compras por las calles de Madrid, París o Nueva York, en el 'front row' de los desfiles de Barcelona o en el Open de Tenis de Madrid.

Elena, apartada de la familia real

En estos diez años, Elena ha vivido la abdicación de su padre y la posterior proclamación de su hermano como Rey. Este cambio en el organigrama real la apartó por completo del núcleo duro de Zarzuela, dejando de ser familia real y convirtiéndose en familia del Rey. Esto ha supuesto una disminución considerable de sus actividades oficiales. Actualmente, a lo largo de un año Elena puede tener uno o dos actos, que cobra individualmente, ya que ahora tampoco recibe ningún sueldo de la institución. Así pues, se ha centrado en su trabajo en la Fundación Mapfre.

Mucho se ha comentado que gracias a Marichalar, la infanta encontró un estilo elegante y clásico que la llevó a convertirse en una de las mujeres mejor vestidas. Sin embargo, tras su separación sus looks también han perdido esa frescura de antaño. Ni Lacroix, ni Dior, ni pamelas XL... Ahora la duquesa de Lugo vuelve a ser fiel a Lorenzo Caprile con diseños que no siempre obtienen el aprobado. En cuanto a su figura, parece que los años no pasan para ella, pues sigue manteniendo la misma buena figura que en 2007.