Misha Nonoo, la celestina que unió al príncipe Harry y Meghan Markle

Misha Nonoo tendrá un papel destacado en la boda real entre el príncipe Harry y Meghan Markle. Ella fue la responsable de su historia de amor, la mujer que ejerció como celestina y que les puso en el mismo camino, que ahora les llevará hacia el altar en la próxima primavera de 2018. Pero ¿quién es exactamente esta mujer? Diseñadora de profesión, Misha Nonoo es la culpable de que el soltero de oro británico esté planeando su boda con la actriz de origen afroamericano.

La cercanía con ambos protagonistas de la que será la boda real del año es clara. Misha Nonoo estuvo casada con un amigo de la infancia del príncipe Harry, Alexander Gilkes. Sin embargo, es un rostro habitual entre los miembros de la familia real británica, dado que también es amiga de Eugenia de York, prima de Harry. Aun así, ellos no son ni de lejos los personajes más importantes con los que trabaja en su día a día como diseñadora de éxito.

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Entre su lista de clientes se encuentran desde las modelos Gigi y Bella Hadid hasta los cantantes Madonna, Jay-Z o la modelo brasileña Alessandra Ambrosio, que acaba de anunciar que dejará de lucir la lencería de Victoria's Secret. Ellos son los habituales, porque también ha tenido la oportunidad de vestir a actrices como Gwyneth Paltrow, Cate Blanchett o Emma Watson. También, por supuesto, a su amiga Meghan Markle.

Esta privilegiada cartera de clientes vips se lo debe a la fama que consiguió tras colarse como finalista del prestigioso Premio Vogue / CFDA Fashion Found en 2013. Accedió a este concurso cinco años después de instalarse en Estados Unidos, ya que nació en Bahrain, país del golfo Pérsico. Poco a poco, y a raíz del citado éxito, no ha parado de trabajar hasta codearse con las estrellas de Hollywood y reyes de la música. Personas que relanzan más y más su carrera, pero que además se han convertido en amigos y confidentes, a la que confían también la tarea de encontrarles el príncipe azul que las convierta en princesa de cuento de hadas. Al menos así hizo Meghan Markle.