De Mette-Marit a Victoria y Magdalena de Suecia: lo mejor y lo peor de los premios Nobel

Como cada 10 de diciembre, Suecia y Noruega se convirtieron en escenario de la entrega de los premios Nobel y del Nobel de la Paz respectivamente. Las familias reales de ambos países se volcaron en esta celebración.

En Estocolmo, las cuatro damas Bernadotte brillaron con vestidos de galas y magníficas joyas. Silvia confió en el color berenjena y lució la tiara de las nueve puntas; Victoria apostó por el azul con un vestido de Jennifer Bloom y la tiara de aguamarinas; Sofía fue la más romántica con un vestido rosa palo creación de Ida Lanto y su tiara nupcial, que ha modificado cambiando las esmeraldas por perlas; y Magdalena, embarazada de seis meses, de lavanda con un diseño de la firma premamá Seraphine y con la parure de amatistas, que no asistió a la cena posterior por un fuerte dolor de espalda.

[Lo mejor y lo peor de la entrega de los premios Nobel de 2016]

En Oslo la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz fue algo menos vistosa, aunque igual de emocionante. Mette-Marit eligió un vestido de rayas de Prada y un abrigo floreado, y Sonia un dos piezas en negro y burdeos. Por la noche, en la cena de gala, Mette-Marit apostó por un vestido blanco con topos negros. También estuvo presente Chrissy Teigen, esposa de John Legend, quien se decantó por una original creación en color grosella.

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