Kate Middleton, todo risas y simpatía con un look muy poco juvenil
La duquesa se ha decantado por un estilismo que vemos un tanto pasado de moda y creemos que le echa algunos años encima
Si hace apenas un año se criticaba a la duquesa de Cambridge por su falta de agenda, este 2018 lo ha empezado con las pilas cargadísimas y eso que se encuentra en los últimos meses de su tercer embarazo. Este martes, y a un mes de dar a luz, la duquesa ha cumplido con dos compromisos en los que ha sido nombrada patrona de honor. Primero ha visitado The Royal College of Obstetricians and Gynaecologists para aprender más sobre los programas de salud y más tarde ha asistido al lanzamiento de la campaña Nursing Now, que trata de elevar el perfil y el estatus del mundo de la enfermería.
Para ambos eventos Kate se ha decantado por un estilismo que definiríamos como "con poca gracia". Y es que aunque se trata de un look adecuado y más que correcto -algo habitual en ella, pues no suele dar sorpresas en ese sentido-, lo vemos un tanto pasado de moda y creemos que le echa algunos años encima.
La duquesa ha estrenado un dos piezas de su diseñadora favorita, Jenny Packham, formado por vestido azul y un abrigo a juego con aplicaciones y detalles en blanco como botones y ribetes. La nuera del príncipe Carlos lo ha combinado con unos salones de ante en azul navy de Jimmy Choo y una cartera de mano a juego de Stuart Weitzman.
Una vez más, la duquesa ha lucido una de las joyas más especiales para ella. Se trata de un colgante en forma de pera invertida realizado con tanzanita, la variedad azul/púrpura del mineral zoisita. Está rodeada de diamantes de 0,87 quilates engastados en platino. Es una creación de la joyería G. Collins & Sons, en la que suele confiar la reina Isabel II. El precio de la joya es de 9.500 euros. La duquesa llevaba los pendientes a juego con el colgante además de su inseparable anillo de pedida, realizado con un gran zafiro rodeado de diamantes y su reloj de Cartier.
A pesar de que su atuendo no nos ha convencido en esta ocasión, su actitud, como siempre, ha sido de diez. Kate se ha mostrado cercana y simpática y en un momento dado no ha podido contener la risa y ha reído a carcajadas, demostrando una vez más su naturalidad y su buen hacer.
Si hace apenas un año se criticaba a la duquesa de Cambridge por su falta de agenda, este 2018 lo ha empezado con las pilas cargadísimas y eso que se encuentra en los últimos meses de su tercer embarazo. Este martes, y a un mes de dar a luz, la duquesa ha cumplido con dos compromisos en los que ha sido nombrada patrona de honor. Primero ha visitado The Royal College of Obstetricians and Gynaecologists para aprender más sobre los programas de salud y más tarde ha asistido al lanzamiento de la campaña Nursing Now, que trata de elevar el perfil y el estatus del mundo de la enfermería.