El matrimonio de los Reyes eméritos, tras los pasos del de Alberto y Paola de Bélgica

Los matrimonios de los reyes de la generación de don Juan Carlos y doña Sofía siempre han estado en el punto de mira. Se ha hablado de crisis, de hijos ilegítimos, de relaciones extramatrimoniales e incluso de planes de divorcio. Este es el caso, por ejemplo, de Carlos XVI Gustavo de Suecia, Alberto II de Bélgica o nuestro Rey emérito.

Durante años se habló de que la relación de los padres de Felipe VI era tan solo de cara a la galería, algo que quedó comprobado tras la abdicación de don Juan Carlos. Sus caminos se separaron, él se dedicó a recorrer el mundo como un 'bont vivant' y ella a estar junto a su familia en Grecia. Sin embargo, parece que los eméritos se encuentran en una nueva fase de su matrimonio, al menos así lo dejan entrever sus últimas apariciones.

Y es que en estas últimas semanas, don Juan Carlos y doña Sofía han coincidido mucho más que en la mitad de 2017 e incluso los hemos visto yéndose a comer juntos de forma privada, algo de lo más inusual. Fue en el restaurante El Invernadero Los Peñotes de Madrid y los dos accedieron al local con la mejor de sus sonrisas, demostrando que la situación ya no es tan tensa entre ellos. Asimismo, coincidieron en el 78 cumpleaños de la infanta Pilar.

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Por si estas salidas en lo que se considera su vida íntima fueran poco, la agenda de la Casa Real se ha encargado de juntarlos de nuevo esta semana en dos ocasiones. El lunes asistieron al acto académico con motivo del 80 aniversario de don Juan Carlos y el martes estuvieron en el concierto a favor de las víctimas del terrorismo. "Se mostraron muy cariñosos. Él estuvo a punto de cogerle el abrigo a ella en una señal de caballerosidad. Se refleja que hay un acercamiento", nos asegura una persona que estuvo presente en este último evento.

Tras los pasos de Alberto y Paola

Este acercamiento entre ellos nos recuerda al del matrimonio de Alberto y Paola de Bélgica. Durante sus primeros años de casados, los eméritos belgas tuvieron ciertas complicaciones. Se ha hablado de que Alberto tenía más de una decena de amantes -con supuestos hijos ilegítimos incluidos- y de que la bella Paola no se quedaba corta. Eso provocó que su matrimonio se sumiese en una profunda crisis que ni los consejos religiosos de Balduino y Fabiola conseguían solucionar. Quienes más sufrieron la situación fueron los tres hijos de la pareja, Felipe, Astrid y Laurent, quienes veían cómo sus padres no se hacían cargo de ellos porque preferían irse de fiesta.

Sin embargo, las cosas se calmaron cuando empezaron a envejecer. Alberto y Paola se convirtieron en el matrimonio sólido y unido que forman hoy, y más después de su abdicación en 2013 y la proclamación de su hijo Felipe como rey. Desde entonces, los eméritos belgas se dedican a viajar juntos a lugares de su juventud, como la Italia en la que nació Paola. En estos últimos años, la que fuera reina de Bélgica ha tenido algunos problemas de salud relacionados con varias caídas y Alberto ha estado a su lado demostrando que en esta segunda oportunidad que se han dado quiere ser el marido entregado y cariñoso que nunca fue.