La única tiara que le queda por lucir a la reina Letizia (y todas las que ya ha llevado)
Desde que pasó a formar parte de la familia real, ha lucido un total de seis tiaras distintas. Todavía le queda una, la rusa, que perteneció a la reina regente María Cristina
Doña Letizia tardó más de dos años en estrenar las joyas reservadas a las Reinas de España. Fue en febrero de 2017 cuando apareció en el Palacio Real luciendo la tiara de la flor de lis, los pendientes de diamantes y las pulseras gemelas -todo piezas del lote de pasar-, en la cena con el presidente argentino y su esposa, Juliana Awada. Aquel estreno fue una clara declaración de intenciones por parte de la esposa de Felipe VI, ya que desde entonces empezó a echar mano del joyero real con más asiduidad y también de piezas que pertenecen a su suegra, la reina Sofía, quien a pesar de haber mantenido un polémico rifirrafe con su nuera, sigue prestándole sus joyas e incluso vestidos.
Fue este lunes, durante la cena de Estado con el presidente luso, cuando la Reina volvió a tirar de las alhajas más importantes de la reina Sofía y se decantó por otra tiara que no había lucido jamás, la Cartier. Ahora a doña Letizia tan solo le queda una única diadema por estrenar. Nos referimos a la tiara rusa, reservada también a las Reinas españolas y con una larga historia detrás. Fue creada para la reina regente María Cristina de Austria, madre de Alfonso XIII. Inspirada en los tradicionales tocados rusos, los kokoshnick -de ahí que se la conozca como la tiara rusa-, está realizada en platino, perlas y diamantes.
Al fallecer, la diadema pasó a manos de Alfonso XIII y este se la regaló a su nuera, María de las Mercedes de Borbón, con motivo de su boda con don Juan. La condesa de Barcelona prestó la joya a su nuera Sofía en algunas ocasiones y también a su hija Pilar y a su nieta Simoneta Gómez-Acebo en sus respectivos enlaces matrimoniales. Al fallecer, María de las Mercedes dejó la tiara a sus tres hijos, pero don Juan Carlos llegó a un acuerdo con sus hermanas y se la regaló a la reina Sofía, quien la estrenó en 2006 en una visita a Noruega.
Todas las tiaras que ha lucido
La tiara floral
Regalo del dictador Francisco Franco a la reina Sofía en nombre del pueblo español, data de finales del siglo XIX. Esta joya puede utilizarse también como gargantilla. Así la lució la soberana emérita en la gala previa a su boda. La infanta Cristina llevó esta tiara en su boda con Iñaki Urdangarin, pero desde que dejó de formar parte de la Casa Real, ha sido doña Letizia la que la ha usado con más asiduidad.
La diadema prusiana
Fue creada en Berlín en 1913 para la princesa Victoria Luisa de Prusia, la hija del káiser Guillermo II, abuela de la reina Sofía. Tras pasar por las manos de Federica de Grecia, la tiara la heredó la soberana emérita al cumplir la mayoría de edad. La joya está realizada en platino, diamante y brillantes, y sigue el estilo helénico. Fue la tiara utilizada por Sofía y Letizia para sus respectivas bodas. Desde que la llevó en su enlace, se ha convertido en una de las favoritas de la Reina y la ha lucido hasta en trece ocasiones.
La tiara Cartier
Fue diseñada para la reina Victoria Eugenia en el año 1907. A su muerte, la soberana decidió regalársela a su hija María Cristina. El rey Juan Carlos compró la diadema a su tía y se la regaló a Sofía, al igual que ya hizo con la tiara rusa. Es una de las que más utilizó la Reina emérita, quien solía combinarla con el collar de chatones –también considerado joya de pasar–. Para sorpresa de todos, la infanta Cristina apareció con esta tiara en la boda de Victoria de Suecia con Daniel Westling. Ahora ha sido doña Letizia quien la ha lucido para la cena con Portugal.
La tiara Mellerio
También conocida como la diadema de la Chata, fue creada en 1867 por la joyería del mismo nombre. La reina Isabel II la compró un año después a su hija, la infanta Isabel, con motivo de su boda. La Chata legó la joya a su sobrino, el rey Alfonso XII, y este a don Juan. El conde de Barcelona regaló la tiara a la reina Sofía por su boda y desde entonces es la diadema que más veces ha llevado la ahora soberana emérita. Doña Letizia tan solo la lució en una ocasión y fue con motivo de la visita de Estado del presidente de Filipinas.
La diadema de la flor de lis
Fue encargada por Alfonso XIII a la conocida joyería Ansorena para regalar a su futura esposa, Victoria Eugenia. En su testamento, la madre del conde de Barcelona la incluyó en las joyas de pasar y es la única tiara que se encuentra en ese lote. Desde entonces ha coronado las cabeza de Sofía numerosas veces, ya que es la más valiosa y representativa de la casa Borbón. En febrero de 2017, la Reina la lució por primera vez junto al presidente de Argentina. La volvió a llevar unos meses después en la visita de Estado a Reino Unido.
Doña Letizia tardó más de dos años en estrenar las joyas reservadas a las Reinas de España. Fue en febrero de 2017 cuando apareció en el Palacio Real luciendo la tiara de la flor de lis, los pendientes de diamantes y las pulseras gemelas -todo piezas del lote de pasar-, en la cena con el presidente argentino y su esposa, Juliana Awada. Aquel estreno fue una clara declaración de intenciones por parte de la esposa de Felipe VI, ya que desde entonces empezó a echar mano del joyero real con más asiduidad y también de piezas que pertenecen a su suegra, la reina Sofía, quien a pesar de haber mantenido un polémico rifirrafe con su nuera, sigue prestándole sus joyas e incluso vestidos.