El momento de crisis que vivió Magdalena de Suecia instantes antes de su boda
A los nervios normales de cualquier boda, la princesa Magdalena tuvo que sumarle muchos más a causa de un imprevisto que provocó una gran crisis
A los nervios normales de cualquier boda, la princesa Magdalena tuvo que sumarle muchos más a causa de un imprevisto que provocó una gran crisis y que ella mismo ha revelado al programa SVT Royal, que ha preparado un especial sobre bodas reales que se emitirá el próximo 13 de mayo. Corría el 8 de junio de 2013 y la benjamina de los reyes de Suecia se encontraba preparándose para darle el 'sí, quiero' a Chris O'Neill en una ceremonia que se celebró en la capilla del Palacio Real de Estocolmo. Fue allí, precisamente, donde Magdalena se maquilló y se peinó, antes de proceder a ponerse su vestido, obra de Valentino, quien volvió a coger la aguja para coser para la princesa más bella de Europa.
Los invitados ya ocupaban sus asientos en la capilla y las campanas resonaban aguardando la llegada de la novia y su padre, que esperaba en una sala contigua que su hija acabara de vestirse. Magdalena se enfundó en su vestido, un diseño de encaje con escote barco y falda rematada con un amplio volante, y fue entonces cuando dio comienzo la crisis. Con los preparativos y todo lo relacionado con la boda, la princesa había adelgazado considerablemente y la prenda le quedaba grande.
"Me puse el vestido de novia y oía las campanas de la iglesia cuando vi que me quedaba demasiado grande. ¡Enorme! Me sentí un poco como la Cenicienta, porque Valentino trajo con él a varios costureros italianos que corrían como pequeños ratones cosiendo y arreglándolo todo. Papá me esperaba en la puerta y era paciente... Por suerte se arregló en el último segundo", ha explicado.
Aunque Magdalena apareció finalmente radiante con su vestido -llegando a convertirse en la novia más guapa según los lectores de Vanitatis- y todo terminó bien, fueron muchos los que se dieron cuenta de que el diseño le seguía quedando grande a la princesa. Se pudo ver, sobre todo, cuando los novios llegaron al Palacio de Drottninghom, donde se celebró el convite, y entre la alegría y los saludos, Magdalena tuvo que colocar varias veces bien su manga derecha, pues se le caía constantemente.
El resto de mujeres de la familia real sueca también han hablado sobre sus bodas y sus vestidos nupciales. Ida Sjöstedt, diseñadora del traje de Sofía Hellqvist, ha asegurado que la princesa le reveló que siempre había soñado con una boda en la playa, un vestido sencillo y los pies descalzos. "Realmente siempre pensé que mi boda sería sencilla..., pero casarse con un príncipe es algo diferente". Sjöstedt tardó seis meses en realizar el vestido y siempre que Sofía visitaba el taller lo hacía con el nombre de Camilla para que nadie descubriera que se trataba en realidad de la futura esposa de Carlos Felipe. Asimismo, Ida cuenta que cuando la prensa tuvo que ser trasladada a palacio, se hizo en una bolsa de almacén para que los fotógrafos no sospecharan.
A los nervios normales de cualquier boda, la princesa Magdalena tuvo que sumarle muchos más a causa de un imprevisto que provocó una gran crisis y que ella mismo ha revelado al programa SVT Royal, que ha preparado un especial sobre bodas reales que se emitirá el próximo 13 de mayo. Corría el 8 de junio de 2013 y la benjamina de los reyes de Suecia se encontraba preparándose para darle el 'sí, quiero' a Chris O'Neill en una ceremonia que se celebró en la capilla del Palacio Real de Estocolmo. Fue allí, precisamente, donde Magdalena se maquilló y se peinó, antes de proceder a ponerse su vestido, obra de Valentino, quien volvió a coger la aguja para coser para la princesa más bella de Europa.