El vestido de novia de Meghan Markle ya está en Windsor... pero aún le queda una dura prueba que pasar

El vestido de novia de Meghan Markle ya está a buen recaudo en el castillo de Windsor. La actriz ha conseguido guardar el secreto sobre quién firma el diseño que llevará en ese día tan especial y no será hasta el mismo sábado 19 de mayo cuando sepamos si finalmente es Ralph & Russo -como se ha venido especulando desde hace semanas-, Erdem, Alexander McQueen (o incluso ninguno de ellos) el encargado de crear el vestido nupcial de la gran boda del año.

Meghan, que ya dijo que le gustan los vestidos sencillos, ha contado con la ayuda de varios asesores de Kensington Palace así como de algunas de sus amigas para elegir el vestido, pero todavía le queda una gran prueba por pasar. Y es que cumpliendo con la tradición, la actriz tendrá que mostrarle en los próximos días el diseño a Isabel II para que esta le dé el visto bueno. La soberana está pendiente de cada uno de los detalles de este gran día para su nieto y también para la monarquía británica, pues todos los ojos estarán puestos en Reino Unido.

Esta es una tradición que ya se siguió con Kate Middleton, quien días antes de la boda le mostró a su abuela política el diseño de Alexander McQueen con el que después brilló en la abadía de Westminster. También lo hicieron en su día su hija, la princesa Ana, así como sus tres nueras: Lady Di, con su creación de Elizabeth Emanuel; Sarah Ferguson y su diseño de Lindka Cierach; o Sophie Rhys Jones, ahora condesa de Wessex, con su vestido de Samantha Shay.

Aunque, como hemos ya mencionado, el secreto del diseñador no se revelará hasta el día de la boda, el 'Daily Mail' y otros medios británicos aseguran que los elegidos han sido los australianos Tamara Ralph y Michael Russo de Ralph & Russo. Esta firma, que nació en 2007, ya vistió a Meghan Markle en las fotografías oficiales de su compromiso oficial, donde la actriz lució un diseño de más de 60.000 euros.