¿Quién es Samantha Grant, hermanastra y azote de Meghan Markle?
Ambas comparten padre y presencia mediática: una por su inminente boda real y la otra por todo lo que ha 'cascado' sobre su medio hermana y su futuro esposo
Se llama Samantha Grant y desde que se supo la relación de su hermanastra, Meghan Markle, con el príncipe Harry se ha convertido también en el mayor azote de la actriz. Con frases como “ella no tiene el copyright y no me va a decir lo que puedo o no contar sobre mi vida o la de mi padre” o “esto no es Gran Bretaña, soy ciudadana americana”, ha dejado claro que cuando quiera hablar, hablará y contará lo que quiera contar.
No acaba de quedar claro si la medio hermana de Meghan está enfadada porque no ha sido invitada a la boda, porque la futura integrante de la Casa Real británica no ayudó a su padre cuando lo necesitaba o porque lleva tres años esperando una llamada. Seguramente sea una suma de las tres. Sea como fuere, Samantha se ha convertido en un china en el maravilloso zapato que la novia lucirá el sábado en su boda. Una china que cada vez se va haciendo más grande y molesta.
¿Vestidos sí y padre no?
A sus 53 años, Samantha tiene tres hijos y un pasado como modelo y actriz. Desde hace unos años padece esclerosis múltiple, lo que la obliga a estar en silla de ruedas. Actualmente tiene un novio, Mark, con el que recientemente ha sufrido un accidente de tráfico aparentemente por culpa de un paparazzo que intentaba sacarles una foto. Cuando Mark intentó esquivar al fotógrafo chocó contra una barrera de cemento.
Según ella misma ha contado en varias ocasiones, se encargó de criar a Meghan durante toda su infancia hasta que la futura nuera de Carlos cumplió los 12. Sin embargo, fuentes cercanas a la actriz afirman que con 17 años de diferencia entre ambas, es imposible que coincidieran y que, de hecho, las hermanas (de padre) se criaron por separado. “Meghan fue criada como hija única por sus amados padres, contaba el medio 'E! News'.
Puede gastar 75.000 dólares en un vestido y no los puede gastar para ayudar a nuestro padre
Desde su hogar en el estado de Florida, Samantha ha ejercido su derecho a hablar libremente de lo que le parece que su hermanastra se gaste dinero en 'trapitos', pero no dé un dólar para ayudar a su padre: "Puede gastar 75.000 dólares en el vestido para las fotos del compromiso y no los puede gastar para ayudar al bienestar de nuestro padre. Todo es cuestión de prioridades. Nuestro padre la ayudó a labrarse la carrera de actriz con la que ella ganaba dinero. Cuando él necesitó ayuda, no la obtuvo de ella", decía en una entrevista.
El padre de ambas, aunque en su día fue un brillante hombre de negocios, se declaró en bancarrota y necesitó dinero para pagar sus deudas. Samantha acusó a Meghan de mirar para otro lado como si nada.
“Ni la tengo, ni la voy a pedir”
En una entrevista para el programa 'Meet the Markles' de la televisión británica, Samantha afirmaba: “No entiendo por qué no hemos recibido invitación para la boda, pero no voy a pedirla”, aunque en una entrevista publicada en el 'Daily Mail' expresaba su deseo de ser invitada. La relación entre ellas es tan fría que la última vez que hablaron fue en 2015. Por teléfono.
Hace unos meses, la señora Grant publicaba un libro en el que se despachaba a gusto contra la futura mujer de Harry llegando a afirmar que conocía muchas cosas que iban a destruir el noviazgo de Meghan y Harry... "Es hora de madurar, Harry. Defender la ayuda humanitaria no funciona mientras permites a Meg que ignore a los Markle. Es una contradicción", decía Samantha indirectamente al retuitear un mensaje enviado por otro usuario. O sea, que no lo dijo, pero lo dijo.
La hater más acérrima de Meghan sigue en activo. Seguiremos atentos por si entra en erupción.
Se llama Samantha Grant y desde que se supo la relación de su hermanastra, Meghan Markle, con el príncipe Harry se ha convertido también en el mayor azote de la actriz. Con frases como “ella no tiene el copyright y no me va a decir lo que puedo o no contar sobre mi vida o la de mi padre” o “esto no es Gran Bretaña, soy ciudadana americana”, ha dejado claro que cuando quiera hablar, hablará y contará lo que quiera contar.