El rey Felipe y la infanta Elena, en el funeral de su primo, Alfonso Moreno de Borbón
El primo del monarca e hijo de los marqueses de Laula falleció a los 52 años el pasado 18 de mayo. Al sepelio han acudido también la infanta Margarita y la infanta Pilar
El rey Felipe junto con su hermana, la infanta Elena, y las tías de ambos, Margarita y Pilar, han asistido al funeral celebrado este miércoles a las 19:30 por el alma de Alfonso Moreno de Borbón, primo del monarca, en la iglesia del Espíritu Santo. El hijo de los marqueses de Laula falleció a los 52 años el pasado 18 de mayo en su casa de Colmenar Viejo (Madrid), donde vivía en la finca El Canto de la Cruz, criadero de caballos de pura raza árabes.
Al servicio religioso, además de los citados, acudieron también miembros de la familia Gómez-Acebo y Borbón-Dos Sicilias, así como la prima del rey, María Zurita, que ha sido madre recientemente. También acudieron Miriam Ungría, Paloma Segrelles, Gonzalo de la Cierva y Patricia Olmilla o Blanca Suelves, entre otros.
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Los dos momentos más emocionantes de la ceremonia han sido cuando ha sonado el himno de España y al escucharse los compases de 'La muerte no es el final', un tema muy recurrente en los funerales de militares y miembros de las fuerzas armadas.
Jinete y hombre aventurero
Hace un año le detectaron un tumor del que fue tratado en el Hospital Puerta de Hierro, donde facultativos y profesionales del centro lo recuerdan con mucho cariño. A pesar de su estado físico, siempre tenía una sonrisa y nunca le vieron de mal humor, y eso que los tratamientos de quimioterapia eran duros. Aunque estaba separado de su mujer, Marta Calvo, con la que tuvo dos hijos, Iñigo y Lucía, mantenía con ella una excelente relación y le acompañaba al hospital.
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El sobrino de don Juan Carlos y doña Sofía era un gran jinete, ejerció de juez de pista y todo su mundo laboral estaba relacionado con el mundo del caballo. Estudió realización y comunicación en una universidad de California, aunque nunca se dedicó profesionalmente a ello. Hizo algunos de los vídeos que ilustran la memoria del hierro Flor de Lis.
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Le gustaba viajar en plan aventurero con amigos de siempre que reconocen a Vanitatis que “ha dejado un gran vacío. Alfonso era una persona generosa, con gran sentido del humor, con una ironía que podía ser tremenda cuando se encontraba con gente snob. Entonces podía ser tremendo. Ese tipo de tonterías le ponían muy nervioso”.
Tanto los amigos como la familia al completo estuvieron muy pendientes de su evolución. Quince días antes de su muerte aún compartía almuerzos con sus íntimos. “Echaré de menos esas comidas tan divertidas de estos últimos meses”, contaba una de sus amigas que colgó en su Instagram unas imágenes de Alfonso de joven. Samantha Vallejo-Nágera le dedicaba la siguiente frase: “¡Grande Alfonso!”.
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Antes y después de la liturgia religiosa, el comentario general era la gran pérdida de un hombre que aún tenía toda la vida por delante.
La desgracia golpea dos veces
No es la primera vez que una desgracia sacude a esta familia. En 2011 falleció su hermano Fernando en un accidente de moto a los 41 años cuando se dirigía a su casa en Colmenar Viejo, Madrid. Su vínculo con la familia real trascendía lo meramente familiar. Debido a la afición de los Borbón por la hípica, había compartido numerosas tardes ecuestres con la infanta Elena y sus hijos, quienes también practican el deporte en la finca de los marqueses de LaSerna. La familia tiene una estrecha relación. Los Reyes eméritos inauguraron las cuadras de Flor de Lis en 1992 y desde entonces han regresado en varias ocasiones.
El rey Felipe junto con su hermana, la infanta Elena, y las tías de ambos, Margarita y Pilar, han asistido al funeral celebrado este miércoles a las 19:30 por el alma de Alfonso Moreno de Borbón, primo del monarca, en la iglesia del Espíritu Santo. El hijo de los marqueses de Laula falleció a los 52 años el pasado 18 de mayo en su casa de Colmenar Viejo (Madrid), donde vivía en la finca El Canto de la Cruz, criadero de caballos de pura raza árabes.