Los 50 de Federico de Dinamarca: de los calabozos al trono, un camino muy polémico
El primogénito de Margarita de Dinamarca tuvo un pasado amoroso convulso, pero sentó la cabeza con Mary de Dinamarca
Mucho se viene especulando sobre la posible abdicación de la reina Margarita en su hijo Federico de Dinamarca. De momento parece solo eso, un rumor, porque la soberana danesa da la impresión de tener cuerda para rato. Aunque, eso sí, su hijo parece ahora más que preparado para sucederla en el trono. No siempre fue así… En esta transformación tiene mucho que ver su mujer, Mary Donaldson, a quien su ahora suegra no veía en un principio como la candidata idónea para casarse con su hijo. Aunque las reinas también se equivocan, como ha sido el caso.
La reina Margarita, que tuvo un matrimonio lleno de dificultades con el finado príncipe Henrik, no ha sido lo que se dice la suegra ideal, pero también tenemos que tener en cuenta la otra cara de la moneda. Sus hijos le han dado motivos para mostrarse a la defensiva. Joaquín está divorciado de Alexandra Manley (un personaje que se convirtió en algo incómodo para la Casa Real por su posterior matrimonio con el fotógrafo Martin Jorgensen, ya también finiquitado) y parece haber alcanzado la estabilidad con su nueva mujer, Marie Cavallier. Y Federico, antes de llegar a este matrimonio que proyecta tanta felicidad, dejó a sus espaldas un historial que haría palidecer al de muchos ‘playboys’. También es cierto que desde que apareció en su vida esta competente y estilosa australiana, el heredero no ha vuelto a dar un ruido…
Como decimos, ninguna de las mujeres que se acercaba a su hijo Federico era buena para la reina Margarita de Dinamarca, pero el príncipe tampoco reunía las condiciones idóneas para ser el heredero del trono. Así que tuvo que armarse de paciencia hasta que se le pasara el 'ansia de la juventud’ y decidiera sentar la cabeza de una vez por todas. Algo que han hecho casi todos los príncipes de su generación, algunos convertidos incluso en reyes, como el rey Felipe VI, cuya vida sentimental también dio algún que otro quebradero de cabeza… O el propio Haakon al casarse con Mette-Marit, por el pasado ‘salvaje’ de la ahora princesa, que además era madre soltera.
Hasta tal punto fueron pasionales algunos de los ‘affaires’ del príncipe Federico que algunos medios de su país, a día de hoy, catorce años después de su boda, consideran que el gran amor de su vida no es su mujer, sino la exmodelo de ropa interior Katja Storkholm, con quien rompió en 1995 después de haberse comprometido en secreto, según ciertas publicaciones. Algo que, en cualquier caso, no tenía ninguna otra validez que el gesto simbólico de dos enamorados. Cierto o falso, ella misma, en 1996, emitió a través de su equipo legal un comunicado poniendo el punto y final a su relación.
Un príncipe deprimido y enamoradizo
Dicen que Federico cayó entonces en una profunda depresión, tras esta relación que duró dos años, pero a juzgar por los acontecimientos, no tardó demasiado en reponerse. Sea como fuere, la reina Margarita no cesó hasta que se rompió este noviazgo con la hija de un conocido empresario cervecero y él, antes de llegar a este punto de no retorno, se enfrentó a su madre en público declarando que en él pesaba más el amor que la tradición. Típica reacción de rebeldía que se quedó en eso, es unos cuantos titulares de los que hoy casi nadie se acuerda. Katja posteriormente fue madre soltera y encauzó sus pasos profesionales al mundo del arte.
También es cierto que su noviazgo con Katja no era nada en comparación con las consecuencias que podía haber tenido su relación anterior con la estudiante Malou Aamund, quien entonces tenía solo 21 años y ya estaba divorciada. En la Nochevieja de 1992, en el centro de Copenhaghe, la policía dio el alto a un coche que conducía ella y en el que también viajaba el príncipe. La joven no tenía el carnet en regla y los exámenes de sangre que realizaron dieron positivo... Ambos pasaron doce horas en comisaría, algo que dejó al príncipe muy en entredicho.
Su momento más delicado
El escándalo cobró tal magnitud que en el Parlamento se pidió que renunciara a sus derechos dinásticos. La reina tuvo que tomar cartas en el asunto y, con gran astucia, mandó a su hijo a estudiar a Harvard durante un curso, donde realizó una tesis sobre la política exterior de los países bálticos. Ambos enderezaron el rumbo, ya que él finalizó con buenas notas sus estudios de Ciencias Políticas y Malou logró convertirse en directora de ventas de IBM, además de dar el salto a la política con éxito. A sus 48 años, es madre de tres hijas con una de las personas más relevantes en el mundo de la radio en su país, Mikael Bertelsen. Lo suyo no fue más que un amor de juventud sin trascendencia. Una historia con mucho menos fuste que la que Federico mantuvo a continuación con Katja Storkholm.
Pese a la intensidad de los sentimientos compartidos, el desamor que le causó su abrupta ruptura con la exmodelo no le dejó una huella indeleble al príncipe, que volvió a intentarlo con una cantante de rock, María Montell, con quien vivió otro ‘amour fou’. Esta vez Federico iba en serio y hasta se la presentó al rey Juan Carlos en un encuentro privado en la Semana Santa de 1998, en Mallorca. Como era de prever, la reina Margarita estaba al quite y también se opuso frontalmente a esta relación, que acabó como todas las demás: con un comunicado en el que ella misma consideraba que sus mundos eran como el agua y el aceite, irreconciliables. La artista está ahora casada con el actor y director de cine danés Tomas Villum Jensen y tienen tres hijos. En cuanto a su carrera, ha publicado 8 discos, el último de ellos en 2014.
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El destino quiso que las cosas cambiaran radicalmente para Federico cuando en los Juegos Olímpicos de Sidney, en el año 2000, conoció a Mary Elizabeth Donaldson, entonces una desconocida publicista. De nuevo se encontraron en frente a la reina Margarita, que seguía en sus trece. También es verdad que el tiempo pasaba y su primogénito ya superaba la treintena, por lo que no podía estar obligándole eternamente a deshojar la margarita (perdón por el juego de palabras involuntario) o pretender que eligieran por él a la mujer que sería su esposa.
Leyenda urbana o realidad, la supuesta tensión que generó la relación entre Federico y Mary quedó reflejada en el libro 'Lo que no sabes sobre la realeza pero te gustaría saber’ publicado en 2008 por el aristócrata y periodista alemán Alexander von Schönburg (descendiente de la noble dinastía Thurn und Taxis). Sin temor a las demandas, afirmó que la reina Margarita estuvo dispuesta a todo para separarlos. Incluso, según él, llegó invitó a una docena de lozanas aristócratas para que su hijo eligiera a una como pareja. A priori parece una situación un tanto inverosímil, pero, aunque así hubiera sido, Federico no sucumbió a los ardides de su progenitora.
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El 14 de mayo de 2014, Federico y Mary se casaron en la catedral de Copenhague y, como en todos estos casos, las crónicas de los medios nacionales e internacionales hablaban del triunfo del amor. Ahora son padres de cuatro hijos y su matrimonio está más que consolidado. En cuanto a su idoneidad para ser rey, subrayar que una encuesta publicada en 2016 en Dinamarca reflejaba un dato que no deja lugar para las dudas: el 90% de los consultados consideran que sería un buen rey. Así que da la sensación de que los mismos daneses que le quisieron defenestrar por sus pecados de juventud, han perdonado sus traspiés pasados… De momento, ya ha ejercido de regente en algunas ausencias de su madre y mantiene reuniones periódicas con distintos miembros del Gobierno en su país, del que es un notable embajador junto a su mujer en sus habituales viajes de Estado por todo el mundo.
Su fiesta de 50 años no es sino otra excusa más para revitalizar su candidatura a ser rey de Dinamarca.
Mucho se viene especulando sobre la posible abdicación de la reina Margarita en su hijo Federico de Dinamarca. De momento parece solo eso, un rumor, porque la soberana danesa da la impresión de tener cuerda para rato. Aunque, eso sí, su hijo parece ahora más que preparado para sucederla en el trono. No siempre fue así… En esta transformación tiene mucho que ver su mujer, Mary Donaldson, a quien su ahora suegra no veía en un principio como la candidata idónea para casarse con su hijo. Aunque las reinas también se equivocan, como ha sido el caso.