El plan alternativo del rey Juan Carlos en un día clave para los 'royals'
El rey Juan Carlos viajó hasta la capital de Ucrania para ser testigo en primera persona del histórico triunfo del Real Madrid
Merengue confeso, el rey Juan Carlos, que hace apenas un mes y medio cambiaba la prótesis de su rodilla derecha, se desplazaba ayer hasta Ucrania para representar a la Casa Real en la final de la Champions League. Lo hacía en un día en el que la agenda monárquica no podía encontrarse más saturada: su hijo, Felipe VI, asistía por agenda oficial al desfile del Día de las Fuerzas Armadas en Logroño, acompañado por su mujer, la reina Letizia, mientras que en el resto de Europa, las coronas se desplazaban hasta Copenhague para celebrar el 50º aniversario de Federico de Dinamarca, -donde la batalla campal se libraba en forma de tiaras y títulos.
El rey Juan Carlos ha sido un gran deportista y es un amante de los deportes en general, así que es bastante habitual verle en competicionesi mportantes. Y esta lo era. Su presencia dejaba patente su buen estado de salud, del que ya hacía alarde el pasado día 22 de mayo cuando retomaba sus actividades institucionales en la presentación del último informe de la Fundación COTEC.
Superada la barrera de los 80, el rey Juan Carlos se encuentra estupendamente y ayer se le vio disfrutar como hacía mucho... También es cierto que no todos los días se logra ganar la Champions Leage. España era anoche una fiesta y los futbolistas se echaron al campo de juego a celebrarlo con sus mujeres y sus hijos, mientras el rey había festejado cada uno de los goles desde el Palco. La siguien te cita... ¡el Mundial!
Merengue confeso, el rey Juan Carlos, que hace apenas un mes y medio cambiaba la prótesis de su rodilla derecha, se desplazaba ayer hasta Ucrania para representar a la Casa Real en la final de la Champions League. Lo hacía en un día en el que la agenda monárquica no podía encontrarse más saturada: su hijo, Felipe VI, asistía por agenda oficial al desfile del Día de las Fuerzas Armadas en Logroño, acompañado por su mujer, la reina Letizia, mientras que en el resto de Europa, las coronas se desplazaban hasta Copenhague para celebrar el 50º aniversario de Federico de Dinamarca, -donde la batalla campal se libraba en forma de tiaras y títulos.
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