El cirujómetro de Alexandra de Dinamarca: ¿qué se ha hecho la ex del príncipe Joaquín?

La noche del sábado nos dejó con grandes momentos, como el romántico discurso que la princesa Mary le dedicó al príncipe Federico, quien celebraba su 50 cumpleaños; el fabuloso baile del heredero y la australiana, o la nueva cara de Alexandra Manley, ex del príncipe Joaquín, que no quiso perderse los festejos del que fuera su cuñado. La condesa de Frederiksborg, título que le concedió Margarita II tras el divorcio, desfiló por los salones del palacio de Christiansborg luciendo un rostro algo artificial que nos ha llamado poderosamente la atención.

"¿Qué se ha hecho la ex del príncipe Joaquín en la cara?", es lo que nos hemos preguntado en la redacción de Vanitatis al ver las imágenes de Alexandra de este fin de semana. Para responder a esa cuestión nos hemos puesto en contacto con dos expertos en la materia, que nos han aclarado los tratamientos a los que se ha sometido la exnuera de Margarita II. Ellos son el doctor Moisés Amselem, especializado en medicina estética, y el doctor Óscar Junco, cirujano plástico.

Para ello les hemos facilitado dos imágenes de Alexandra, una tomada en 2010 en la que aparece con el pelo corto y otra de este domingo en el concierto que concluyó con las celebraciones del cumpleaños de Federico. Ambos expertos coinciden en que la condesa de Frederiksborg se ha sometido a distintos tratamientos estéticos, pero no ven ningún signo de una operación quirúrgica.

"Se ha pinchado ácido hialurónico en la región del entrecejo y periocular (ojeras y patas de gallo) y en la región del mentón. Asimismo, puede que algún inductor de colágeno en la región cigomática y laterofacial para elevar pómulos y óvalo facial", explica el doctor Amselem, quien además cree que Alexandra se ha inyectado bótox en la región del cuello. "El cambio de peinado no cabe duda que la favorece", añade el doctor.

Por su parte, el doctor Junco cree que "a sus 53 años son evidentes los signos del paso del tiempo sobre todo a nivel de cuello y periorbicular". "Destaca un exceso de volumen en mejillas, pómulos y zona mandibular que, a no ser que haya cogido peso, sea debido a la infiltración de grasa propia o ácido hialurónico con el objetivo seguramente de tensar la piel flácida", explica. Y añade: "El ácido hialurónico bien usado tanto en cantidad como en calidad así como acertando el lugar exacto donde se infiltra puede conseguir resultados más satisfactorios en cuanto a naturalidad".

La nueva vida de Alexandra

A pesar de estar divorciada del príncipe Joaquín, Alexandra sigue siendo una más en la familia real danesa. Su relación con su ex es tan buena que entre ellos se ha creado una bonita amistad que Marie, la nueva esposa de Joaquín, apoya plenamente, pues es consciente de que Alexandra es la madre de los dos hijos mayores del príncipe, Nicolás y Félix.

Hace un par de años Alexandra vivió un duro momento tras anunciar su segundo divorcio. Fue en septiembre de 2015 cuando se conoció que la condesa había puesto fin a su matrimonio con Martin Jørgensen, un atractivo fotógrafo con el que estaba casada desde 2007. El divorcio de Alexandra y Martin escondía varios secretos relacionados con infidelidades, alcohol y mucho dinero (y deudas).

Aunque durante estos años a Alexandra se la ha relacionado con varios hombres, lo cierto es que no hay confirmación de que haya rehecho su vida sentimental. Lo que sí es oficial es que a partir del año 2021 la condesa dejará de recibir 250.000 euros anuales de las arcas del Estado. Y es que ese año Felix, el segundo de sus hijos, cumplirá 18 años y el Gobierno considera que ya no es necesario que su madre reciba esa cantidad.

[Los daneses lo consiguen: ya no mantendrán a Alexandra Manley]

Alexandra sacó buen provecho de su divorcio con Joaquín. La familia real tuvo que abastecerla de un nuevo hogar y para ello desembolsó casi un millón de euros. Se le permitió seguir siendo princesa hasta que en 2007 se casó de nuevo con Martin Jørgensen, del que se divorció en 2015. Entonces la reina Margarita II le concedió el título de condesa de Frederiksborg. Asimismo, la soberana dejó que Alexandra se quedara con la tiara de platino y diamantes que utilizó en su boda, una joya que pertenece a la dinastía y que llevó también el sábado.