El nuevo revés de estilo de Mette-Marit: una falda reciclada que le queda pequeña
Cabe destacar que la falda ya no le sienta tan bien como en el pasado a la princesa, sobre todo por la parte del abdomen, donde le queda demasiado ajustada
Mette-Marit es la reina del reciclaje. Al igual que Máxima de Holanda, a la princesa noruega le encanta rescatar viejas prendas de su armario y darles una nueva vida. Así lo hizo este lunes durante la cena de gala celebrada en el Palacio Real de Oslo con motivo de la visita de Estado del presidente de Eslovaquia. La princesa desfiló por los salones luciendo un dos piezas en color gris cuya parte de abajo tiene ya unos añitos.
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Se trata de una falda gris con flores bordadas a la altura de la cintura. La estrenó en abril de 2010 durante las celebraciones del 70 cumpleaños de la reina Margarita de Dinamarca. En aquella ocasión la combinó con una camisa blanca con manga farola. Esta vez, sin embargo, prefirió estrenar un cuerpo bordado en pedrería con mangas transparentes que nada tiene que ver con la falda. Incluso el tono no es el mismo.
Aparte de esto, cabe destacar que la falda ya no le sienta tan bien como en el pasado a la princesa, sobre todo por la parte del abdomen, donde le queda demasiado ajustada. Así pues, a pesar de las buenas intenciones de Mette-Marit de darle a esta prenda un nuevo uso, nos quedamos claramente con la combinación de 2010, mucho más acertada y favorecedora. En sus manos, la princesa llevaba un clutch verde de Kotur que tampoco acaba de casar con el resto del estilismo.
La esposa del príncipe Haakon coronó su cabeza con la tiara de las amatistas, realizada en los años 90 con estas piedras preciosas y diamantes talla brillante. Fue un regalo del actual rey, Harald, a su mujer, la reina Sonia, quien se la suele prestar a su nuera y también a su hija, la princesa Marta. Tiene a juego unos pendientes y una gargantilla de la que Mette-Marit decidió prescindir en esta ocasión.
Mette-Marit es la reina del reciclaje. Al igual que Máxima de Holanda, a la princesa noruega le encanta rescatar viejas prendas de su armario y darles una nueva vida. Así lo hizo este lunes durante la cena de gala celebrada en el Palacio Real de Oslo con motivo de la visita de Estado del presidente de Eslovaquia. La princesa desfiló por los salones luciendo un dos piezas en color gris cuya parte de abajo tiene ya unos añitos.